"El calentamiento global no significará calor en todas partes"

En pleno temporal llegó a Santiago el climatólogo sudafricano Jeremiah Lengoasa, secretario general adjunto de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). La segunda autoridad global en el tema climático y quien actualmente es candidato a dirigir la entidad, vino a participar en las actividades por el 131° aniversario de la Dirección Meteorológica y se encontró con un país en plena emergencia climática.

«A menudo digo que para una persona promedio en el mundo, la mejor experiencia que puede tener del cambio climático es la variabilidad del clima. En el norte ustedes habitualmente tienen muy pocas lluvias, dada la proximidad del desierto. Pero cuando llueve más de 10 milímetros en un día, es una situación anormal que puede derivar en un desastre» dijo Lengoasa a «El Mercurio».

«Aunque es muy difícil atribuir un evento puntual como ese a los cambios globales en el clima, en muchos casos lo que sí se puede decir es que la posibilidad de que estos eventos ocurran, solo puede presentarse en un escenario más cálido que en el pasado, como el actual», explica.

Hay situaciones que le preocupan.

Por ejemplo, algunos científicos hablan de que el calentamiento se ha detenido, que no ha habido un aumento significativo de la temperatura en relación con el año1997, cuando se alcanzó un punto máximo, al que llaman hiato climático. Lengoasa advierte que, si se mira el promedio general desde que comenzaron a hacerse las mediciones, hace más de cien años, y no solo un período determinado, la tendencia al alza de la temperatura es irrebatible.

¿Y donde se fue el exceso de calor que no aparece en las mediciones entonces? «El océano está tomando gran parte de él», responde el climatólogo. «Sabemos que el calor es normalmente contenido en los primeros 700 metros de profundidad y es lo que incide en ‘El Niño’ y ‘La Niña’, pero no sabemos lo que ocurre más abajo. Y ahora lo que estamos comenzando a ver es que el océano está absorbiendo ese calor a niveles más profundos. Eso es una señal preocupante».

Si el calor superficial es suficiente para provocar «El Niño» y «La Niña», Lengoasa teme que el calor profundo produzca más alteraciones en el sistema climático y más eventos extremos.

«En Vanuatu, en el Pacífico, han experimentado un muy atípico huracán categoría cinco, acá mismo están teniendo ustedes estas lluvias anormales en el norte; en el Artico, la extensión de los hielos es la menor desde que comenzaron los registros, pero unos miles de kilómetros más al sur en Canadá, los ríos están congelados».

En definitiva, lo que se aprecia, dice Lengoasa, es que no hay una condición total de frío o calor; está disperso. «El calentamiento global no significará calor en todas partes. En Europa ya tenemos inviernos muy secos los primeros meses, pero en la segunda parte hay tormentas muy severas.

La forma en que el sistema se está comportando es una indicación clara de que está siendo perturbado y ahora está tratando de normalizarse mediante una redistribución de la energía en distintas partes del mundo».

Publicado en El Mercurio 

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