Considerando que Chile no cuenta con instalaciones que permitan destruir gases refrigerantes, profesionales de la Unidad Ozono y Regener Chile viajaron a México para conocer la operación de este tipo de centros y evaluar la implementación de proyectos similares en nuestro país.
Actualmente, aquellos gases refrigerantes usados en sistemas de refrigeración y climatización que completaron su vida útil pueden ser recuperados y reutilizados. Sin embargo, en ocasiones son mezclados con otros refrigerantes, lo que representa una mala práctica, ya que impide que se puedan regenerar. La alternativa que existe es enviar estos gases mezclados a Europa para su destinación final, pues se trata de sustancias que dañan la Capa de Ozono y nuestro país no cuenta con la tecnología necesaria para destruirlos sin que sean liberados a la atmósfera. Por este motivo, la Unidad Ozono del Ministerio del Medio Ambiente busca opciones que le permitan a Chile hacer destinación final de estos gases de una manera técnica y económicamente adecuada.
En este contexto, el director de Regener Chile, José Luis Rojas, y el consultor de la Unidad Ozono, Diego Fernández, viajaron a México en donde visitaron un centro de reciclaje de equipos que contienen gases refrigerantes, una planta cementera de destrucción de gases refrigerantes, y otra planta con torre de destilación de gases (ver recuadro). “El objetivo fue aprender sobre el funcionamiento básico de estos centros, la ingeniería asociada y conocer a grandes rasgos la posibilidad de desarrollar esos proyectos en Chile”, cuenta Diego Fernández.
Si bien, por ahora no existen instalaciones que se dediquen a la destrucción de residuos de gases refrigerantes en nuestro país, las reuniones que ambos profesionales sostuvieron en México permitirán que Chile avance en esta materia y esté más preparado para cuando estén dadas las condiciones. “Tanto para una cementera como para una torre de destilación o similar, los procesos de instalación asociados parecieran hacer posible el establecimiento de un centro con estas características en el país”, añade Diego Fernández.
Ambos profesionales asistieron a capacitaciones sobre los servicios de destinación final de gases refrigerantes. “Sabemos que es muy importante para nuestro país contar con alternativas para hacer destinación final de los refrigerantes que están mezclados y que no podemos regenerar, los que en algunos casos podrían estar siendo liberados al medio ambiente, con todas las consecuencias negativas que esta mala práctica trae para la Capa de Ozono y el calentamiento global”, explica José Luis Rojas.
El desafío del país es fomentar la recuperación de gases refrigerantes sin mezclarlos entre sí, y en el caso de los gases que ya fueron mezclados y no se pueden regenerar, promover su almacenamiento hasta su eliminación final. A su vez, esto permitirá al país cumplir con la próxima meta del Protocolo de Montreal para el año 2020, equivalente a un 35% de reducción de consumo del país, referido a la línea base establecida entre los años 2009 y 2010. La Unidad Ozono, por su parte, continuará trabajando para crear conciencia sobre la importancia de recuperar, reciclar y regenerar estas sustancias, y no liberarlas a la atmósfera. De esta forma, se evita debilitar la Capa de Ozono y contribuir al calentamiento global.