La Escuela Talquipén de Coihueco, en el marco de la COP25, lanzó el Programa Interescolar Ambiental, donde los niños fueron los protagonistas de esta iniciativa para potenciar la educación ambiental.
Esta escuela de la provincia de Punilla, que además de encontrarse bajo el Sistema de certificación ambiental (SCAM), realiza actividades educativas y participativas, como el «Programa Interescolar Ambiental, una de varias actividades que están programadas con motivo de la próxima Convención de las Partes N°25, que se llevará a cabo en nuestro país en diciembre de este año y que Ñuble no ha querido quedar a atrás.
Así lo expresaron el seremi de Educación Felipe Rossler y la profesional Valentina Villouta, el seremi de Medio Ambiente Patricio Caamaño junto a Rafael Contreras, jefe DAEM de la comuna, autoridades y apoderados de la escuela Talquipén, quienes con unas palabras de apertura iniciaron la actividades relacionadas con la reutilización de los residuos y cuidado del medio ambiente. Todo esto acompañado de folclore y la tradicional cueca por parte de los alumnos del establecimiento.
El programa Interescolar ambiental, dirigido a establecimientos escolares públicos, particulares subvencionados y privados, tiene como objetivo la participación activa, tanto de los alumnos, profesores, padres y apoderados en el cuidado del medio ambiente.
Felipe Rossler, seremi de Educación comentó durante la actividad que “como Ministerio de Educación en conjunto con el Ministerio de Medio Ambiente, nos unimos por una causa común; el lanzamiento de este programa Regional “Interescolar Ambiental”, que es parte del desarrollo de la Región y el compromiso del presidente Piñera con respecto a la educación en los niños sobre el cuidado del medio ambiente. Cada escuela podrá inscribirse a través de una plataforma, donde les llegarán compromisos ambientales que deben cumplir como establecimiento”, señaló Rossler.
“La escuela Talquipén cuenta con su certificación ambiental, por esta razón son un ejemplo para otros establecimientos en cuanto al compromiso y participación activa para aportar al cambio climático”, señaló Valentina Villouta, profesional de la Seremía de Medio Ambiente.
Un emboque hecho con botellas de plástico y tapas, es un ejemplo de la creatividad que tuvieron los niños para darle un nuevo uso a algo que seguramente iría a la basura y enseñarnos a través de ejemplos, la manera de poner en valor los productos que desechamos.
El mensaje de este tipo de actividades es generar conciencia y educación ambiental, y todo lo que podamos enseñarle a los niños hoy servirá para desarrollar el plan de acción futuro para la Región, que en consecuencia, es un aporte a nuestro planeta.