Cerca de 200 mil lengas han sido plantadas en diversos sectores del Parque Torres del Paine desde 2012 en el proceso de reforestación de zonas dañadas por el incendio forestal que afectó 17.600 hectáreas entre diciembre de 2011 y febrero de 2012, del cual fue acusado el ciudadano israelí Rotem Singer.
«El proceso de reforestación ha tenido un buen avance este año. A través de nuestra ONG reunimos cerca de 20 mil plantas de lenga y logramos plantar unas cinco mil», destaca el presidente de Agrupación de Medio Ambiente (AMA) Torres del Paine Mauricio Kusanovic.
Agrega que la empresa «Cencosud lideró otra campaña donde la Conaf le pasó las plántulas y se terminó de reforestar hace muy poco. Entiendo que se reunieron cerca de cien mil lengas y se hizo en dos etapas».
El ejecutivo se refiere al reciente proceso de restauración de áreas afectadas por incendio forestal y que significó la plantación de 105 mil plántulas de lenga: 60 mil de ellas a cuenta de la campaña de Cencosud y otras 45 mil en un trabajo desarrollado por Vialidad como compensación reparatoria por intervención en la apertura del camino a Yendegaia, en Tierra del Fuego.
Desde 2012 a 2014 se han plantado 99.203 plantas de lenga, en los sectores de río Olguín rio Paine, cuesta Las Margaritas lago Pehoé y sector Pudeto.
Conaf informó que para 2016 está asegurada la producción de 80 mil nuevas plantas de lenga pero aún no hay fecha de término para la restauración.
Proceso exitoso
Kusanovic, quien además es presidente de la Asociación de Hoteleros y Empresas Turísticas de Torres del Paine, admite que el éxito en la sobrevivencia de las plantas en la reserva supera el 60%.
«En algunos sectores tuvimos 90% de prendimiento, 70% en otro, del proceso de restauración de 20 mil plantas que hicimos como ONG junto con Conaf y Vialidad durante el año 2013», resalta.
Alejandra Silva, directora regional de Conaf, admite que el nivel de prendimiento en los primeros años de restauración (2012-2013) fue irregular, dependiendo de suelos menos favorables, influencia de viento y acción depredadora de la liebre. Para eso, las plantas quedan protegidas con pequeños cortavientos de plástico.
Publicado en El Mercurio