Corría 1922 y en una propiedad de 37 hectáreas que el Ejército tenía en la precordillera, rodeada de un bosque esclerófilo, el gobierno de Arturo Alessandri determinó la construcción de un recinto que cumpliría un objetivo estratégico: en este terreno, ubicado en la actual comuna de Peñalolén, se comenzaron a almacenar explosivos, armas y municiones en seis grandes polvorines. Junto a ellos se habilitaron caballerizas, miradores y otras estructuras que formaban parte del Comando de Apoyo Administrativo del Ejército, conocido también como Comando de Bienestar (Cob).
Sin embargo, transcurridos más de 80 años, el sitio, gradualmente, dejó de prestar esos servicios. Hoy solo quedan algunas estructuras y los polvorines vacíos permanecen como testigos del uso que tuvieron en el siglo pasado.
Pero el gran valor ecológico de la zona, inserta en el contrafuerte cordillerano, les dará un giro diametral a los polvorines. Debido a que el predio está inserto en el llamado Parque Natural Cantalao, que es uno de los 23 sitios prioritarios de conservación de la biodiversidad de la Región Metropolitana, los antiguos polvorines se transformarán en un inédito centro de educación ambiental, para fomentar el conocimiento del bosque nativo en la precordillera andina.
El proyecto, que abrirá sus puertas el próximo año, comenzará a tomar su forma definitiva hoy, cuando se lance el concurso de diseño para crear y habilitar el centro. El proceso, al que podrán postular universidades, fundaciones, corporaciones y ONG hasta el 7 de julio, consistirá en la entrega de $104 millones para elaborar la propuesta.
El ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, explica que estos recursos provienen de las multas cursadas a empresas que han causado daño ambiental en sus operaciones y permitirán habilitar este y otros centros de educación ambiental que conformarán una red nacional. «La materialización de este convenio se da luego de un trabajo de más de 10 años entre ONG, el Ejército, los municipios y el Ministerio de Medio Ambiente. Su único objetivo es dotar a nuestro país de un centro educativo que sea un espacio de encuentro, no solo para actividades ambientales, sino que también educativas, culturales y artísticas», afirma.
En el centro se buscará implementar un plan de educación ambiental, que estará a cargo de la asociación de municipalidad Parque Cordillera, que agrupa a los municipios de Colina, Lo Barnechea, Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida y San José de Maipo. La estrategia está dirigida a establecimientos educacionales y municipios certificados medioambientalmente, entre otros.
Publicado en El Mercurio