Para este 18 de diciembre está programada la salida del mercado chileno de este tipo de bombilla eléctrica.
Ya comenzó la cuenta regresiva para que finalmente se terminen los 132 años de hegemonía que gozaron las ampolletas incandescentes en Chile. Según un decreto del Ministerio de Energía, desde 2013 se vienen retirando del mercado estas famosas ampolletas debido a que no cumplen con los estándares de eficiencia energética del país.
Las primeras ampolletas que se restringieron fueron las de potencia igual o mayor a 75 watts durante diciembre de 2014. Seis meses después, solo se podían comercializar las ampolletas de 40 watts, y para este 18 de diciembre está programada su salida del mercado, quedando solo las pequeñas ampolletas de 25 o menos watts, que tiene un mercado muy reducido.
De esta forma, el invento patentado por el estadounidense Thomas Alva Edison en 1880, y que se introdujo en Chile en 1883, cuando se usó por primera vez en el país para iluminar la Plaza de Armas de Santiago, el Pasaje Matte y otras zonas cercanas, quedará en la historia y dará paso a sus más eficientes sucesoras: las ampolletas LED, la Lámpara Fluorescente Compacta (LFC) y las bombillas ecohalógenas.
La tendencia en todo caso, no es nueva, ya que hace algunos años la Unión Europea, Estados Unidos y Australia, entre otros, tomaron la misma medida. En América Latina, en tanto, países como Argentina, Brasil y México dieron el paso antes que Chile.
¿Cuánto ahorramos?
Uno de los principales beneficios que traería esta medida a la población es el ahorro, tanto de dinero como de energía.
Según estudios que maneja el Ministerio de Energía, el ahorro al dar de baja las bombillas incandescentes en países como Chile, llega a US$ 1.363 millones en 18 años, equivalentes a 872 megawatts y 4,8 millones de toneladas menos de emisiones de CO {-2} .
Además, pese a que las ampolletas incandescentes se caracterizaban por tener un bajo precio en el mercado, su vida útil era bastante menos que las de sus reemplazantes. Paula Araya, investigadora del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Chile, recalca esta eficiencia, señalando que «pese a que son más caras estas otras ampolletas, uno se demora menos de seis meses en recuperar la inversión porque ahorras en energía eléctrica».
Por dar un ejemplo numérico, al reemplazar las clásicas incandescentes de 100 W -que tenían un valor de $320 y una vida útil de mil horas-, se debe considerar en su reemplazo una LFC de 20W -que cuesta $3.590 y que posee una duración de seis mil horas-. Así, para suplir una necesidad lumínica anual de 1.460 horas (cuatro horas diarias), se requieren dos ampolletas incandescentes, mientras una LFC duraría al menos 5 años.
$8 mil menos pagaría una familia al año con el cambio.
35 mills. de unidades de ampolletas incandescentes se vendían al año en Chile.
80% se podrían ahorrar los hogares con el uso de una ampolleta LED.
50 mil horas de vida útil tendrían las ampolletas LED. En tanto, las LFC duran 20 mil horas.