Iniciativas de conservación: luz de esperanza

Pocos lo saben, pero es en la pequeña y apacible localidad de Chaihuín, ubicada en la Región de Los Ríos, donde se emplaza una de las mayores iniciativas de conservación del país: la Reserva Cortera Valdiviana que protege miles de hectáreas. Fue precisamente esta exitosa experiencia la que quisieron conocer delegaciones de la Mesa de Trabajo Bi Regional del Bío Bío y La Araucanía, que también sueñan con desarrollar un modelo de protección y conservación, pero esta vez en torno a nuestra Cordillera de Nahuelbuta.

The Nature Conservancy es una organización que trabaja hace 60 años para proteger las tierras y aguas de las cuales depende la vida. De hecho, es la organización de conservación más grande del mundo (ha conservado 48 millones de hectáreas). Hace 10 años compró 59.700 hás. de selva valdiviana y desde entonces, ha creado fuertes vínculos con las comunidades locales, propiciando el desarrollo de actividades económicas sustentables como turismo, pesca artesanal y recolección de productos forestales no madereros.

Se trata entonces, de un innovador modelo de conservación en América Latina, que protege la biodiversidad terrestre y acuática “y que se plantea como un área protegida integrada a las comunidades aledañas, con las que trabajamos a través de procesos participativos y de beneficio mutuo. Creemos que lo que se ha logrado hasta hoy, obedece justamente a un trabajo que ha buscado los acuerdos, consensos y alianzas tanto del punto de vista académico, como en los aspectos técnico y político. Esto es uno de los aspectos esenciales que podemos compartir con todos ustedes”, relata el gerente de la Reserva Costera Valdiviana, Alfredo Almonacid.

Un segundo punto a destacar, dice Almonacid, es la vinculación comunitaria, porque –explica- es fundamental darle la importancia que se merece a las comunidades que han habitado históricamente estos territorios y ofrecerles los canales de participación para tomar decisiones de gestión y que consideren todas las voces que intervienen en el territorio.

“Lo que estamos haciendo es empujar un poco el proceso, tratar de forzarlo, utilizando los esquemas tradicionales: por ejemplo, trabajamos con un consejo consultivo que lo queremos empujar a un consejo territorial, con capacidad deliberativa, y por supuesto que  queremos sumar en esto a las instituciones públicas para que entre todos generemos estrategias de largo plazo”.

 

MAR Y TIERRA

Esta iniciativa trabaja hoy en el proyecto más grande de restauración de bosque nativo en el país –plantando 2,5 millones de árboles- así como en el plan para convertirse en la primera iniciativa de emisión de bonos de carbono como producto de la reforestación a nivel nacional.

Además de todo esto, la delegación de la Mesa de Trabajo Bi Regional por la Biodiversidad de Nahuelbutaque visitó la Reserva –encabezada por los seremis del Medio Ambiente, Richard Vargas y Marco Pichunman, respectivamente- conoció la novedosa alianza  entre The Natural Conservancy y el Sindicato de Pescadores de Chaihuín, que junto con otras instituciones afines, hoy les permite proteger 22 hectáreas de océano en el área conocida como Los Colmillos de Chaihuín.

Al respecto, el seremi del Medio Ambiente del Bío Bío, destacó la visita y la experiencia, “creemos que lo que aquí se ha hecho viene a reforzar que existe una luz de esperanza, porque con ejemplos como éstos nos damos cuenta que si nos esforzamos y nos colaboramos entre todos, podemos alcanzar los niveles de protección que nuestro planeta necesita”.

Por su parte, el seremi del Medio Ambiente de La Araucanía, Marco Pichunman, valoró la gira técnica a la Reserva Costera Valdiviana “porque nos permitió comprobar que el sector privado puede, realmente, hacer aportes de calidad, entregando no sólo protección a un territorio sino que generando una experiencia innovadora en la relación con las comunidades, y en la protección de los recursos que contiene esta Reserva”.

La autoridad regional –que fue acompañado por funcionarios de Conadi, alcalde de Purén, Municipalidad de Los Sauces, funcionarios de Collipulli y representantes de organizaciones como Defendamos Nahuelbuta- enfatizó que gracias al trabajo teórico-práctico, “pudimos analizar la relevancia de esta experiencia de conservación como modelo para los desafíos que se plantean en la conservación y uso sostenible de los servicios ecosistémicos y la gestión de la biodiversidad de la Cordillera de Nahuelbuta”, recalcó Pichunman.

INTEGRACIÓN SOCIAL

Para la señora Silvia Concha, directora del grupo ecológico Altué, de Cañete, lo más valioso de este viaje fue encontrar un trabajo avanzado, “que nos gustaría copiar. Nos pareció muy interesante la forma en que se han ido integrando los temas de interés con la comunidad. Creo que esto debe ser lo más complicado porque siempre la autoridad deja fuera a la comunidad y quiere hacer las cosas a su manera pero no se considera nuestra opinión… Por el contrario, acá vemos un trabajo en conjunto y exitoso que queremos copiar quizás no exactamente porque requiere muchos recursos y organización pero paso a paso, de manera gradual para que después podamos nosotros ser el ejemplo de conservación, protección y respeto por nuestra Cordillera de Nahuelbuta y algún día, nosotros recibir invitados que quieran conocer lo bien que lo hemos hecho… Por qué no?”.

CORDILLERA DE NAHUELBUTA

La  Cordillera de Nahuelbuta es uno de los macizos montañosos costeros del territorio chileno que ha jugado un papel clave en la historia de la vegetación chilena, debido al origen y antigüedad de su basamento geológico, así como por su carácter de refugio climático, condición dada por la influencia oceánica que la mantuvo en gran medida libre de hielo durante las extensas eras glaciales del Cuaternario.

Se ubica entre el río Biobío y el río Imperial, entre las regiones del Biobío y de La Araucanía con una extensión de 175 km en sentido norte-sur. Su clima va de mediterráneo cálido y subhúmedo en el norte, a uno templado húmedo y lluvioso en el sur.

Cabe destacar que la Cordillera de Nahuelbuta es una zona de transición climática y biogeográfica, en que se sobreponen dos tipos de vegetación: los bosques de hoja caduca y matorrales de la zona mediterránea y los bosques siempreverdes valdivianos. Esta condición de transición, sumado a la variedad climática y de ecosistemas ha favorecido el desarrollo de una alta biodiversidad, motivo por lo cual es reconocida como un “hotspot” entre las de mayor riqueza de especies a nivel mundial y por su  alto nivel de endemismo.

La Cordillera de Nahuelbuta reúne alrededor de 690 especies de plantas vasculares nativas, de ellas 265 son endémicas de Chile. Entre las especies emblemáticas se pueden mencionar: la araucaria, ciprés de la cordillera, michay rojo, lleuque, radal, queule, radal enano, variedad de orquídeas y helechos.

Con respecto a la fauna existe un alto nivel de endemismo, ejemplo de ellos son los anfibios: sapito de Bullock, sapo de Contulmo, sapo de Nahuelbuta, rana de Barrio,  sapo de Vanzolinii, entre otros. Otro grupo importante son las aves representadas por más de 100 especies, destacando: carpintero negro, choroy, concón, fio-fío, águila y cachaña.

Los mamíferos por su parte están representados por alrededor de 20 especies, entre los que destacan: zorro chilote, zorro chilla, zorro culpeo, güiña, pudú, monito del monte, quique, puma, variedad de murciélagos y roedores. Finalmente los reptiles están representados por nueve especies, entre las cuales se encuentran: culebra de cola larga, lagartija esbelta, lagartija café de rayas, lagarto llorón y lagarto de corbata.

Lo anterior ha motivado en la última década la creación de instancias de trabajo y coordinación público-privada que han definido como principal objetivo de su gestión la protección del patrimonio biológico, cultural y social de la cordillera de Nahuelbuta. Entre las instancias a destacar están el Comité Iniciativa Nahuelbuta, el Diálogo Forestal Nacional y a partir del 2014 la mesa de trabajo bi-regional por la biodiversidad de Nahuelbuta.

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Publicado en Noticias, Región de La Araucanía.