El pasado 1 de diciembre se inició en Lima la llamada COP20, donde delegados de gobiernos de todo el mundo buscan definir los elementos para alcanzar un acuerdo multilateral sobre el cambio climático.
Allí, la delegación chilena está trabajando en forma coordinada a través de la Ailac buscando un acuerdo ambicioso para implementar las trayectorias que la ciencia ha señalado se deben seguir para reducir el calentamiento global.
En septiembre, la Presidenta Michelle Bachelet reafirmó en la ONU el compromiso voluntario del país de reducir sus emisiones en un 20% al 2020, sujeto a apoyo internacional. Hoy la COP20 nos da la oportunidad de proyectar una agenda de cambio climático desde nuestra región, que nos lleve a un nuevo régimen climático a nivel planetario.
Pero el liderazgo de Chile en la acción climática no pasa sólo por haber tempranamente asumido compromisos climáticos, ni por aportar con reducciones a un problema en el que si bien su contribución es marginal, cumple con siete de las nueve condiciones que hacen que un país se considere especialmente vulnerable al calentamiento global. Tampoco por la innovación de los instrumentos económicos y normativos que el país está desarrollando.
Al centro del liderazgo de Chile está la transparencia y el deseo de dar a conocer de forma proactiva las respuestas que el país articula para formar parte de la solución.
Chile ha aprendido a observar tendencias, y se adelanta a los tiempos para codesarrollar las normas que luego le serán aplicables.
Además, se beneficia de los incentivos financieros y técnicos que la CMNUCC dispone para los «earlymovers».
En esta línea, el Consejo de Ministros aprobó el Primer Reporte Bienal de Actualización en Cambio Climático de Chile, que actualiza el inventario nacional de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) compila las principales acciones de mitigación disponibles y, por primera vez, analiza el financiamiento recibido para apoyar políticas públicas de mitigación y adaptación al cambio climático.
Chile se prepara hace años para definir su contribución en la reducción de las emisiones globales. Al ser particularmente vulnerables a las variaciones del clima y a los vaivenes económicos mundiales, hemos situado la adaptación como una prioridad del país, y este año se aprobará el primer Plan de Adaptación Nacional al Cambio Climático.
Esto, en línea con los mensajes del reciente reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, que indica que todos los países, desde sus posibilidades y realidades locales (ricos, pobres, grandes o chicos), deben modificar sus tendencias de crecimiento de emisiones de GEI.
El ambiente en torno a la COP20 de Lima es distinto al de rondas anteriores. El reciente acuerdo entre China y Estados Unidos anota un paso inédito en las negociaciones internacionales de cambio climático, y Chile debe estar alerta a las implicancias que ello tiene.
Así, las negociaciones de la COP20 en Lima y COP21 en París, en diciembre de 2015, tienen un objetivo claro: sentar las bases para un nuevo acuerdo efectivo, transparente e inclusivo frente al cambio climático. Hoy como país tenemos una respuesta robusta desde nuestras capacidades nacionales como parte de un esfuerzo multilateral.
Columna del Ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier. La Tercera, martes 09 de diciembre.