Chile y otros siete países latinoamericanos buscan restaurar 20 millones de hectáreas de tierra degradada para el año 2020

20 millones de hectáreas es una extensión de tierra mayor a la superficie de Uruguay. Esa es la cantidad de territorio que ocho países de América Latina y el Caribe – incluido Chile-  buscan restaurar hacia el año 2020. La iniciativa es llamada “20×20” y fue lanzada este domingo en la COP20 de Lima.

El objetivo es recuperar  bosque degradado y tierras de cultivo, para recortar las emisiones que provocan el calentamiento global.

Argentina, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México y Perú, junto a dos programas conservacionistas regionales, se unieron al proyecto, que busca tener en marcha todo el trabajo planeado en esta gran área para 2020.

Como parte de la iniciativa, cinco inversionistas anunciaron sus planes de financiar US$365 millones para apoyar los esfuerzos de restauración de tierras en la región.

“20×20” es apoyada por el World Resources Institute (WRI), el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Gracias a 20×20 Chile y los demás países latinoamericanos y del Caribe, trabajarán con el sector privado y centros de investigación líderes para restaurar las tierras degradadas, lo que se traducirá en captura de carbono, reforestación, agricultura más productiva, deforestación evitada y mejora de las fuentes de sustento.

Las 20 millones de hectáreas no estarán restauradas por completo en 2020, ya que la recuperación de tierras y bosques tarda muchos años, pero se espera que el proceso de restauración se inicie para esa fecha.

Walter Vergara de World Resources Institute comentó que existirán proyectos para evitar la deforestación, otros para restaurar la vegetación original y también acciones de gestión agroforestal. “La idea es hacer los bosques lo más permanentes posibles”, señaló Vergara.

En América Latina, varios países han sufrido una rápida reducción de bosques por la expansión de actividades de taña, agrarias y mineras.

Según WRI, cerca de la mitad de las emisiones de carbono en Latinoamérica y el Caribe proviene del uso de la tierra y la actividad forestal, o el equivalente a cerca de 2 gigatones de dióxido de carbono (CO2e) por años, según datos de 2012.

Fuente: Reuters

 

 

 

 

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