El Vaticano y Naciones Unidas se unieron el martes para advertir al mundo de los efectos del cambio climático, enfrentando con firmeza a los escépticos que niegan que las actividades humanas ayuden a alterar los patrones globales.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, habló del cambio climático con el Papa Francisco antes de inaugurar una conferencia de científicos y líderes religiosos llamada «Dimensiones morales del cambio climático y el desarrollo sostenible».
El Pontífice, que tiene previsto realizar un importante discurso sobre desarrollo sostenible en septiembre en Naciones Unidas, ha asegurado que cree que el hombre es el principal responsable del cambio climático y está escribiendo una encíclica sobre el medio ambiente.
En la apertura de la conferencia, que congrega a unos 60 científicos, líderes religiosos y diplomáticos reunidos por la Academia Pontificia de Ciencias, Ban instó a los países industrializados a que inviertan en energías limpias y reduzcan su huella de carbono.
«Es necesario mitigar el cambio climático y adaptarse a sus efectos para erradicar la pobreza extrema, reducir la desigualdad y asegurar un desarrollo económico justo y sostenible», afirmó.
La declaración final conjunta del encuentro señaló que «el cambio climático inducido por los humanos es una realidad científica, y su mitigación decisiva es un imperativo moral y religioso para la humanidad».
La cumbre sobre el cambio climático que se celebrará en diciembre en París «podría ser la última oportunidad efectiva para negociar acuerdos que mantengan el calentamiento provocado por los humanos por debajo de los 2 grados Celsius», sostuvo el escrito, que agregó que «la trayectoria actual podría alcanzar unos devastadores 4 grados Celsius o más».
Ban dijo que habló con el Papa sobre su esperada encíclica, que estará dirigida a los 1.200 millones de católicos del mundo y que Francisco espera influya en la conferencia de París.
«(La encíclica) transmitirá al mundo que proteger nuestro medio ambiente es un imperativo moral urgente y un deber sagrado para toda la gente con fe y conciencia», afirmó Ban.
Fuente: Reuters