Una visita al humedal de Queule realizó durante la jornada de hoy el seremi del Medio Ambiente de La Araucanía, Marco Antonio Pichunman, quien acompañado de los encargados regionales de Recursos Hídricos, Pablo Etcharren y de Residuos, Dante Rodríguez constataron los eventuales efectos que la varazón de sardinas pueda ocasionar en el lugar.
“Algunos empresarios ligados al turismo nos señalaron que estas sardinas habrían llegado bastante adentro del humedal de Queule y, naturalmente, están preocupados por las distintas iniciativas turísticas que pudieran afectarse, entre las cuales también hay comunidades indígenas”, dijo la autoridad medioambiental.
El equipo de profesionales se trasladó hasta la caleta de Queule para ver en terreno cuál fue el real impacto causado por este fenómeno. “Nos dimos cuenta que las labores de limpieza continúan y están bastante avanzadas, lo que nos deja tranquilos desde la óptica medioambiental”.
Sin perjuicio de esto, Pichunman recordó que el Ministerio del Medio Ambiente está desarrollando un trabajo a nivel nacional, principalmente en lo que dice relación con el monitoreo de la calidad de las aguas de los humedales en Chile.
“En el marco de este trabajo, estamos levantando información para ver si podemos incorporar el humedal de Queule a esta red de monitoreo, lo que nos va a permitir obtener información de primera fuente para tomar medidas y, en caso de ser necesario, proyectar un trabajo a mediano y largo plazo en esta zona”.
La autoridad también visitó el lugar establecido para la disposición de las sardinas, donde lo acompañó el jefe de emergencia de la Municipalidad de Toltén, Rodrigo Holzaphel, quien informó de todos las medidas que se están tomando para evitar cualquier impacto en la población producto tanto de los gases, como de los líquidos percolados.
Finalmente, Pichunman adelantó que evacuarán un informe en coordinación con otras instituciones con competencia en la materia, donde incorporarán los antecedentes recogidos hoy, así como las opiniones de pequeños empresarios turísticos de la zona, entre ellos, Felipe Basso y María Ñancuan.