En el marco del último monitoreo del proyecto “Cultivo de alga parda Macrocystis pyrifera en la zona de Quintero y Puchuncaví: Evaluación de la productividad y potencial uso para biorremediación de metales pesados y compuestos orgánicos”, la Seremi del Medio Ambiente, Tania Bertoglio, visitó la zona de Ventanas, oportunidad donde fueron llegando los botes de pescadores artesanales que participaron del proyecto. En dicho lugar la Seremi pudo constatar un importante crecimiento de esta macroalga acompañado de un aumento de otras especies como peces y cirrípedos.
De esta forma el proyecto busca determinar la capacidad de bioacumulación de metales pesados y compuestos orgánicos en los cultivos instalados en tres áreas de manejo de la bahía de Quintero (Horcón, Ventanas y Maitencillo) ubicadas en la comuna de Puchuncaví. Asimismo la iniciativa contempla la capacitación y concientización a los pescadores artesanales y la comunidad en general del territorio afectado.
“Hoy hemos finalizado el último muestreo en conjunto con la Universidad Andrés Bello, el marco de un FIC que se adjudicaron, donde compartimos la experiencia con el presidente de Caleta Ventanas, quien nos señalaba la intención de seguir con algún proyecto parecido o al menos poder ocupar estas algas que tienen alrededor de 2 a 4 metros después de 120 días de crecimiento”, sostuvo la Seremi Tania Bertoglio.
Asimismo la Seremi agregó que “ahora analizaremos de qué manera nosotros podremos utilizar esta materia orgánica, ya sea en carbón orgánico que permita captar contaminantes atmosféricos u otras técnicas. Próximamente esperamos contar los resultados de este estudio y ver de qué manera los pescadores pueden seguir el mismo rubro y así utilizar este componente”.
El cultivo de Macrocystis pyrifera, se proyecta como una actividad capaz de generar beneficios ambientales, laborales y sociales para la comunidad; ya que además de capturar elementos nocivos, estas plantaciones son capaces de albergar biodiversidad, abriendo nuevos campos productivos relacionados al mar.
En la oportunidad, Loretto Contreras, Profesora en Biología Molecular de la Facultad de Ecología y Recursos Naturales de la Universidad Andrés Bello, señaló que “esperamos que alrededor de abril y mayo estén los resultados de todos los niveles de metales, como también de compuestos orgánicos para obtener finalmente las tasas de bioacumulación del alga durante 120 días de exposición”.
Finalmente Contreras comentó que “El huiro fue capaz de crecer en las 3 zonas. Las plantas han llegado a su etapa de reproducción por lo que ya cerramos el ciclo del crecimiento. La idea es utilizar hoy en día la biomasa para que las empresas lo puedan usar en su etapa productiva».