Rara especie de rana nortina solo vive en un canal artificial del río Loa

Un hábitat extraordinariamente restringido tiene la ranita del Loa (Telmatobius dankoi). Tras una semana de prospecciones, en la que analizaron 18 puntos de ese curso acuático, el único lugar en que detectaron su presencia fue en un pequeño canal de regadío que corre paralelo al río.

La investigación fue realizada por especialistas del Museo Cultural e Histórico de Calama con el apoyo de biólogos de la Universidad Católica. «No sabemos con claridad si alguna vez vivió en el mismo río. Fue descrita alguna vez en el sector de Las Cascadas, pero no la encontramos allí. En cambio detectamos muchos peces introducidos, como la gambusia y la trucha, que podría estar depredando los huevos y larvas de la ranita», explica Andrés Charrier, herpetólogo de la U. Católica.

La T. dankoi fue descrita por primera vez a principio de este siglo, pero no se había estudiado su biología. Ahora pudieron determinar que se alimenta de pequeños camarones que viven escondidos bajo el sedimento del canal. «No es porque haga demasiado calor, sino que su medio natural es ese», explica.

Su cuerpo es aplanado, sus patas están palmeadas y es bastante pequeña. Todas esas características le permiten vivir en esos ambientes acuáticos y no salir nunca del agua.

Se trata de una rana endémica del río Loa que solo vive en su entorno, por lo que su condición de conservación es de peligro crítico. «Hay muy pocas, este estudio confirma el estado de clasificación».

Es muy poco lo que se sabe de ella. «Ni siquiera conocemos todavía el tipo de huevos y cuántos ponen. En un proyecto anterior vimos uno de sus renacuajos, pero ahora no pillamos ninguna larva. Es una mala noticia porque indica que no hay reproducción».

Por eso, otro de los objetivos del proyecto, que fue financiado con un fondo de protección ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, es sensibilizar a la población para proteger a la T. Dankoi . «Fuimos a ofrecer charlas a colegios e hicimos una exposición de fotos», cuenta el biólogo Gabriel Lobos, quien forma parte del equipo del museo calameño.

Mientras hacían su investigación, se encontraron con un grupo de estudiantes de un liceo local que estaba haciendo una limpieza del río. «Aprovechamos de darles una charla sobre la ranita y les entregamos materiales de difusión», cuenta Charrier.

La T. dankoi pertenece al grupo de los telmatóbidos, un gran grupo de ranas altoandinas. Viven tanto en el extremo norte de Chile como en Argentina, Bolivia y Perú. En la región también destacan la T. fronteriensis, que solo está en la quebrada de Puquios, cerca de Ollague.

En la quebrada de Amincha está la T. Philippi y cerca de san Pedro, la T. vilamensi , que vive a orillas del estero Vilama. Además, hay otras dos, que todavía no han sido descritas, en la laguna de Ascotán y en Carcote. «Todas ellas están tanto o más amenazadas que la ranita del Loa porque la distribución de cada una abarca un área no mayor a 250 metros».

Publicado en El Mercurio 

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