Las altas temperaturas que dejó el 2014, considerado el año más cálido jamás registrado, nos recuerdan una problemática que día a día afecta a todo el planeta: el cambio climático.
El pasado noviembre, el último informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) no dejó lugar a dudas: la atmósfera y el océano se calientan, el deshielo se acentúa, el nivel de mar aumenta y las concentraciones de dióxido de carbono crecen hasta niveles sin precedentes.
A pesar de que aún hay tiempo, la urgencia por actuar es cada vez mayor. El IPCC señala que debemos recortar emisiones de gases efecto invernadero (GEI) entre un 40% y un 70% para el año 2050. Es más, a finales de siglo, deberían ser cero. Sólo así se logrará el objetivo clave: limitar el aumento de la temperatura a dos grados, según los expertos.
Sin embargo, ¿qué ocurriría si no se lograra este objetivo? ¿Cómo afectaría al planeta el derretimiento del hielo de los glaciares y cumbres como consecuencia del cambio climático? Un video publicado en Business Insider presenta un futuro catastrófico: Ciudades como Tokio, Nueva York, Barcelona, Londres, Ámsterdam, Buenos Aires, Honk Kong, San Francisco y también Lima quedarían sumergidas bajo el agua.
Las predicciones no son alentadoras. A finales del siglo XXI el nivel del mar crecerá cerca de un metro, según el IPCC.
El cambio climático en cifras
- 31% aumentó la concentración de CO2 en la atmósfera entre 1750 y el 2000, es decir, durante la industrialización de la producción.
- 0.84 °C se elevó la temperatura media del planeta Tierra solamente entre la era industrial y el 2010.
- 3.7 °C es la tendencia de incremento de la temperatura si seguimos emitiendo bajo los mismos patrones de comportamiento