Por estos días se realiza un estudio, en colaboración con científicos y académicos de diversas áreas, que busca dar a conocer la relación que tienen los episodios de contaminación en Santiago con las enfermedades que afectan a los capitalinos.
La académka de la facultad de Economía y Negocios de la USS, Claudia Blanco participa en él, y adelantó que la medición se basa en un modelo canadiense que apoyará al nuevo plan de descontaminación para la capital, que está desarrollando el Gobierno.
A medida que se renueve el plan de contaminación, señaló Blanco, se generarán «nuevas medidas más exigentes dado el tipo de contaminantes que vamos a medir».
La académica especificó que ahora el nuevo plan no sólo va a medir el material particulado 10, sino 2,5, «que es el que más afecta a la población», ya que llega hasta los pulmones y pasa a través de la sangre. Con la inclusión de esta variable, señaló, caerían las alertas, pues se incorporarían medidas más efectivas de fiscalización que las que se han venido aplicando.
«Es así como el nuevo plan de contaminación representará una mejora para la salud de los capitalinos», apuntó.
Agregó que a partir de otro estudio, realizado hace un tiempo, ya era posible afirmarque en 1997 un 8,2% de las personas que fallecía en Chile era por causa directa de la polución, mientras que en 2011 la cifra llegó a 4%.
La presentación de los objetivos del estudio se realizó ayer en una de las sedes de la USS con la presencia de Sabit Cakmak, investigador y representante del ministerio de salud de Canadá.
El académico se refirió a las enfermedades asociadas al esmog, tales como jaquecas epilepsia, diabetes, embolias y también la alergia, ya que hay contaminantes que son inflamatorios.