¿Sabías que generamos 10.000 millones de toneladas de residuos al año? que es mucho más de lo que nuestro planeta puede soportar. Entonces ¿Qué estamos haciendo mal?.
Gran parte del problema reside en un sistema económico lineal, pensado en crear cosas para después tirarlas. En esta cadena, cada uno de los procesos mira exclusivamente por sus propios intereses y genera sus propios desechos.
Cuando se diseña un producto, solo se piensa en producir mucho, para vender mucho. Así se llega a conductas tan extremas como la obsolescencia programada, en la que los productos están pensados para estropearse y así volver a consumirlos. Vender mucho significa extraer mucho y la extracción de la materia prima es muy agresiva con los ecosistemas.
Por eso es importante entender que significa la Ley Rep “Responsabilidad Extendida del Productor”, que tiene por objetivo disminuir la generación de residuos y fomentar su reutilización, reciclaje y otro tipo de valorización, a través de la instauración de instrumentos de gestión de residuos, con el fin de proteger la salud de las personas y el medio ambiente.
Esta Ley obliga a los productores a organizar y financiar la gestión de los residuos derivados de los productos que colocan en el mercado. Por ejemplo; ecodiseño; certificación, rotulación y etiquetado; sistema de depósito y reembolso; mecanismos de separación en origen y recolección selectiva y Mecanismos para prevenir la generación de residuos.
Patricio Caamaño, seremi de Medio Ambiente de la región, comentó que, “esta es la primera generación que podrá tener herramienta real para poder hacer algo. Todos los servicios, todos los municipios, y todas las entidades deberían trabajar bajo una temática ambiental. Como representantes del Ministerio del Medio Ambiente, dentro del plan de Gobierno del Presidente Piñera, tenemos la responsabilidad de hacernos cargo y replantear esta cadena lineal para avanzar hacia una economía circular”. ¿Pero qué es la economía circular?
Michael Vera, profesional de la Seremía de Medio Ambiente, explicó que es un modelo de producción y consumo que hace posible que los recursos sigan generando valor a través del tiempo, reduciendo al mínimo los residuos de los procesos productivos y su impacto en los ecosistemas. «En vez de pensar en producir mucho, debemos pensar en producir mejor. Ahorrar lo máximo posible en materiales, rentabilizar los residuos generados en el proceso de fabricación o pensar cómo se podrían reutilizar los productos tras su vida útil. Es una manera innovadora y sostenible de promover el crecimiento económico, el bienestar social y el respeto al medio ambiente”.
Marisol Piña, profesional de Economía Ambiental del Ministerio del Medio Ambiente, expuso sobre el RETC “Registro de emisiones y Transferencias de Contaminación”, que es una herramienta para la política ambiental y el desarrollo sostenible. En palabras simples sería un inventario o base de datos con información ambiental, de ámbito nacional o regional, de sustancias químicas peligrosas o contaminantes emitidas a la atmósfera.
En nuestro país, el RETC se ha convertido en una herramienta clave para la elaboración y cumplimiento de las políticas públicas ambientales.
En las distintas comunas de la región ya se han tomado algunos datos, como tipo de manejo de los residuos o si la totalidad de ellos va al relleno sanitario local existente en Chillán Viejo. Estos datos van en directo aporte al desarrollo de un diagnóstico completo con respecto a los residuos, con el fin de realizar un plan global para todo el territorio de Ñuble y así contribuir a limpiar los ecosistemas.