Nadie entiende qué hacía esta golondrina en plena cordillera

Su hábitat natural es el mar abierto, lejos, muy lejos de las costas. Por esta razón, todos quienes forman parte de la siguiente historia quedaron, a lo menos, sorprendidos con su desarrollo. Una pequeña golondrina de mar (Ocanites oceanicus) fue encontrada media entumida, en medio de la nieve, cerca de la mina Los Bronces, ubicada a 65 kilómetros al noreste de Santiago, a unos 3.400 metros sobre el nivel del mar.

Fue personal del Hotel Placa Los Bronces, quienes ubicaron al pequeño ejemplar, de cerca de 18 centímetros de largo y 35 gramos de peso.

¿Cómo un ave de sus características fue a parar tan lejos de su zona de confort? Vamos por parte. Los trabajadores, cuando la encontraron, notaron de inmediato que no era una especie del sector: sus patas tenían membranas interdigitales y en forma de aletas, características de las aves acuáticas.

César Molina, veterinario que trabaja como supervisor de plagas y medioambiente en la mina, la examinó: «estaba en la nieve, como agachadita, como que se hubiera caído. No entendemos cómo pudo llegar un ave que habita mar adentro a una mina a 3.400 metros en la cordillera. Estaba totalmente desorientada y tiritando», cuenta. Luego la entregó al Zoológico Nacional, donde fue rehabilitada.

La directora del zoológico, Alejandra Montalba, afirma que en la clínica veterinaria del recinto descartaron posibles traumas o problemas motrices además de alimentarla con pescado y suero.

Como su recuperación fue rápida, fue liberada este viernes en la costa de Valparaíso. «Es muy raro encontrar este tipo de aves en la cordillera, son aves que se alimentan de pequeños pescados, plancton y crustáceos. No sabemos cómo puede haber llegado ahí. Lo que no nos extraña, es que haya sobrevivido a bajas temperaturas ya que la especie existe hasta la Antártica, aunque son propias de ambientes marinos», indica Montalba.

Quien se aventura con una explicación es el biólogo Juan Carlos Torres-Mura, vicepresidente de Aves Chile. «No es primera vez que pasa, ocurre principalmente en invierno. Las golondrinas de mar son livianitas y cuando hay algún temporal o una ventolera fuerte, pueden ir a dar hacia el interior».

Agrega que «son ejemplares extraviados por el viento, que pasan la costa y les cuesta encontrar el camino de vuelta. Además, son de hábitos nocturnos y las luces de las ciudades las encandilan para volar de noche».

«Al ser soltada en la costa, va a encontrar su camino mar adentro. En la mayoría de los casos que encuentran estas aves fuera de su hábitat terminan muertas. Que bueno que aquí hubo un final feliz», concluye Torres-Mura.

Experto cree que un temporal pudo llevarla hacia el interior del continente.

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