“La idea tras el fondo de protección ambiental es compartir con organizaciones- como juntas de vecinos, centros de madres, organizaciones no gubernamentales- buenas ideas para mejorar nuestro comportamiento ambiental como ciudadanos y disminuir nuestros impactos”, así resumió el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, uno de los objetivos de los Fondos de Protección Ambiental, que entrega el ministerio anualmente a nivel nacional.
Este jueves se realizó la ceremonia de premiación de los FPA ganadores en la Región Metropolitana. En total son 16 los proyectos que podrán concretarse, gracias al financiamiento que entrega el ministerio del Medio Ambiente. Nueve iniciativas están vinculadas a gestión de residuos domiciliarios, tres tienen relación con conservación, recuperación o protección de la biodiversidad, otros tres con eficiencia energética y energías renovables no convencionales y una a temas de cambio climático.
“En 19 años de los FPA se han ejecutado 301 proyectos, beneficiando a 48 comunas, con una inversión de 1423 millones. Buena parte de lo que hacemos como ministerio del Medio Ambiente tiene que ver con ideas surgidas en torno al Fondo de Protección Ambiental”, destacó Badenier.
Un sello de reciclaje
Reutilizar el aceite ocupado para cocinar y convertirlo en energía, esa es la propuesta de la agrupación “Vigías del Patrimonio” del barrio Beauchef, quienes son asesorados por un grupo de estudiantes de la carrera de ingeniería civil química de la Universidad de Chile. El proyecto consiste en el diseño, construcción e implementación de una planta que transforma el aceite usado en biodiesel. “El FPA nos permite construir este centro, vamos a tener una planta, que a la vez es educativa, la idea es que no solo haga la conversión de aceite usado de cocina a biodiesel, sino que también sea educativa: que la puedan visitar, escuelas, jardines infantiles y que puedan aprender visualmente cómo funcionan, echar a andar un generador y que funcione ahí mismo en el centro”, explicó Felipe Díaz, profesor de la Universidad de Chile, quien ayuda a coordinar este proyecto.
La misma línea de reciclaje sigue la agrupación “Recolectores Ecológicos Padre Hurtado” quienes- gracias al FPA- instalarán puntos limpios escolares, para así lograr articular redes de reciclaje. “Quisimos hacerlo en los colegios porque que son un foco potente de cambios de hábitos pero, no es solo la construcción de un punto limpio- que además es participativa, tiene módulos educativos- tiene una fuerte campaña de sensibilización y de formar conciencia sobre este importante tema”, comenta Ignacio Quinian, coordinador del proyecto.
“El FPA se mueve por un espíritu ciudadano, es el reflejo de cómo la ciudadanía se organiza, se compromete y busca soluciones participativas para los temas ambientales, en el entorno donde se desarrolla la comunidad. Queremos que estas iniciativas sean una semilla que dure más tiempo, que los proyectos tengan durabilidad y sean sostenibles”, concluyó el ministro Pablo Badenier.