Hasta la Laguna Tebenquiche, ubicada a unos 30 kilómetros de San Pedro de Atacama, llegó el Ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, para participar junto a más de cuarenta profesores de escuelas certificadas ambientalmente y en proceso de acreditación, en un taller de educación ambiental al aire libre, organizado por la Seremi del ramo de la Región de Antofagasta, en el marco de la celebración del Día Nacional del Medio Ambiente.
En la ocasión, los docentes pudieron conocer la importancia que tienen los humedales altoandinos para el desarrollo científico y patrimonial de la región, en el ámbito del desarrollo del estudio FNDR “Análisis de adaptación al cambio climático en humedales andinos”, que coordina la Seremi del Medio Ambiente y ejecuta el Centro de Ecología Aplicada (CEA).
El área general de este estudio comprende el territorio regional por sobre los 2000 metros de altura y tiene como objetivo central analizar, identificar y aplicar medidas piloto de restauración y conservación de humedales alto andinos de la región, buscando la adaptación de las comunidades locales frente al escenario de deterioro de los recursos disponibles.
Considera como objeto principal a los humedales altoandinos: vegas, bofedales, salares, lagunas y ríos, que son prioritarios para la conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos.
Los científicos del CEA han precisado que el altiplano de la región de Antofagasta presenta características climáticas que se asemejan a las condiciones extremas del planeta primitivo. Situación que hace a la zona poseedora de un patrimonio genético sin precedentes, con una biodiversidad poco conocida de microorganismos extremófilos que habitan en los humedales, especies que se han reportado por primera vez en la puna de Atacama.
Sobre el particular, el Ministro Badenier precisó que “como Ministerio del Medio Ambiente es un agrado y un honor participar de este proyecto el cual permite incrementar el conocimiento sobre estos ecosistemas tan singulares en el Salar de Atacama, sobre todo en la laguna Tebenquiche. Es importante destacar también que este trabajo se ha desarrollado en conjunto con la comunidad de Coyo, la cual administra el lugar y está buscando resguardarlo a través de alguna figura de protección y nosotros como Ministerio, los vamos a apoyar en este proceso”, puntualizó.
Para la científica argentina Dra María Eugenia Farías, colaboradora experta del CEA en este trabajo, la investigación les ha permitido reportar en el Salar de Atacama “ecosistemas muy antiguos que se llaman tapetes microbianos y microbialitos (rocas vivientes). Es decir, se trata de los fósiles más antiguos del planeta; están hace 3.400 millones de años, crearon la capa de ozono y cuando el planeta no tenía oxígeno, captaron dióxido de carbono y liberaron oxígeno. Es decir, prepararon la Tierra para la vida. Estos se encuentran vivos aquí en el Salar de Atacama, las condiciones extremas de alcalinidad, salinidad, alta radiación ultravioleta, recrean las condiciones de la Tierra primitiva, entonces lo que aquí tenemos es una ventana hacia el pasado”, precisó.
Por su parte, el presidente de la Comunidad de Coyo, Jorge Álvarez destacó que estos hallazgos “nos impulsan a querer resguardar nuestra laguna Tebenquiche. Los científicos nos han explicado que para preservar los microbialitos hay que mantener el agua con las condiciones de salinidad adecuada y evitar arrojar basura o residuos, tampoco hay que pisarlos, así es que nos interesa poder protegerla. Hoy hemos entregado una carta al seremi del Medio Ambiente, Felipe Lerzundi, y al Ministro Badenier, para que nos apoyen y podamos declararla ojalá, santuario de la naturaleza”, precisó.
Cabe destacar que este taller de educación ambiental al aire libre en Tebenquiche, contó con la participación de docentes de escuelas certificadas ambientalmente o en proceso de acreditación provenientes de las comunas de Taltal, Antofagasta, Mejillones, Tocopilla, Sierra Gorda, Calama y San Pedro de Atacama; y alumnos de la especialidad de Turismo del Liceo Agropecuario Likan Antai de San Pedro de Atacama.
Para la profesora Cristina Leiva del Colegio Río Loa de Calama, “haber participado de esta jornada fue una verdadera clase del origen de la vida. Cuando uno vive las experiencias en forma práctica, como lo hicimos hoy, es mucho mejor. Me llevo lo mejor de esta experiencia y muy sorprendida del tremendo valor científico que tienen los humedales y esta laguna en particular”.
Así también, la profesora Mildred Ovando de la Escuela D-73 y F-60 manifestó que “esta experiencia ha sido enriquecedora, sobre todo porque nos permite valorar el patrimonio natural que tenemos aquí en nuestra región. Muy sorprendida también de los hallazgos en Tebenquiche y con ganas de poder transmitirle todo a mis alumnos”.