Con botellas cortadas y transformadas en maceteros para las plantas, las cáscaras de papas como parte del compostaje y el agua lluvia acumulada en baldes como forma de riego para su invernadero, la señora María Alon sustenta gran parte de su economía debido al ahorro que obtiene al no comprar verduras ya que es ella misma quien planta y luego cosecha.
Esto gracias a que desde hace un año tiene instalado en su patio trasero un huerto urbano. Este espacio, que le fue concedido mediante proyectos de gobierno, le ha permitido cambiar su estilo de vida ya que actualmente genera un considerable ahorro debido a que cuenta con una gran cantidad de alimentos que puede cosechar desde su mismo patio.
Según la misma productora de hortalizas “yo antes compraba planteritos para colocar mis plantas pero ahora ya casi no compro sino que en las mismas botellas pongo mis plantas”, algo que se suma a el ahorro que hace en verduras ya que, según manifiesta “comprar verduras es demasiado caro. A veces uno no lo puede hacer y este año no he comprado, todo lo he tenido acá” aliciente no menor ya que sumado a esto también reutiliza los desechos orgánicos para su compostera algo que, además, le genera menos basura.
Para Susana Figueroa, Seremi del Medio Ambiente, “estas iniciativas son un gran aliciente para que el resto de la ciudadanía tome consciencia acerca de los beneficios que trae el reciclaje y la reutilización. Muchas de las cosas que utilizamos a diario llegan a disposición final pudiéndoles haber dado otro uso dentro o fuera de nuestra casa. Iniciativas como la de la Señora María son importantes de destacar ya que nos enseñan con cosas básicas cómo podemos ayudar tanto al medio ambiente como a la economía familiar”.
Estas iniciativas, que actualmente se replican cada vez con más frecuencia en nuestra ciudad, son un gran incentivo para trabajar amigablemente con el medio ambiente.