Se espera que este 2015 se convierta en un año decisivo frente a las acciones que se tomarán a nivel internacional para enfrentar el cambio climático. Esto, porque en el mes de diciembre se realizará la Conferencia de las Partes 21 en Paris (COP 21), donde se buscará llegar a un acuerdo universal sobre el clima.
En ese contexto se celebró un nuevo Día Internacional de la Madre Tierra. Para conmemorar la fecha, el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, entregó el “Manual para la Casa Verde”, un libro que informa sobre cómo las acciones cotidianas dentro de nuestros hogares impactan a diario en el medio ambiente.
“En este manual se dan a conocer medidas para cuidar el uso del agua, ideas en materia de compras verdes y recomendaciones para el uso del transporte. Lo que nos deja claro este libro es que el primer aporte que debemos hacer con el medio ambiente, se debe llevar a cabo dentro del hogar y con nuestras familias. Acciones a pequeña escala, generan cambios globales”, destacó Badenier.
A través de la descripción de la familia Campodónico, una familia de clase media chilena, este manual da a conocer una serie de consejos y “ecotips” que permiten reducir por una parte nuestro consumo energía y el volumen de nuestros residuos. Además, con un relato lúdico y descriptivo, se dan a conocer medidas para cuidar el uso del agua, ideas en materia de compras verdes y recomendaciones en materia de transporte y movilidad.
El lanzamiento del libro se realizó en el “Bosque Chuchunco”, que se emplaza en parte de lo que fue el ex Vertedero Lo Errázuriz. En dicho lugar se han recuperado 10 de las 40 hectáreas totales del terreno, gracias al financiamiento del Gobierno Regional y a la organización ciudadana “Naturaleza Viva”, que por años ha trabajado insistiendo en la necesidad de crear allí un área verde.
El intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego también estuvo presente en la actividad: “Este proyecto es parte de una iniciativa muy general que estamos impulsando como Región Metropolitana de convertir vertederos en parques. Estamos trabajando en Buin, en Pudahuel y en un conjunto de otros sectores, pues creemos que las áreas verdes son lo que le hace falta a la ciudad, no solamente para mejorar la calidad de vida de las personas y tener espacios de recreación, sino también para descontaminar Santiago”, señaló.
En este lugar además se dará inicio a un proyecto financiado por el Ministerio del Medio Ambienta a través del Fondo de Protección Ambiental 2015 ,destinado a habilitar un espacio de 500 m2 para el cultivo de las plantas medicinales mapuche y actividades de educación ambiental, a cargo del Consejo Mapuche Pudahuel.
El ministro Pablo Badenier destacó que “en una nueva conmemoración del Día Internacional de la Tierra mostramos con el Manual de Casa Verde y con la recuperación del Bosque Chuchunco que cada uno se puede comprometer con una causa y avanzar en la dirección correcta. Pero este 2015 no sólo esperamos un compromiso individual, sino también un gran acuerdo internacional sobre el Cambio Climático en la COP 21 de Paris”.
Este manual está disponible en versión digital en la página web del Ministerio del Medio Ambiente y será repartido en colegios y municipios certificados ambientalmente.
| Discurso Ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier En 1970, el senador norteamericano Gaylor Nelson tuvo la idea de crear el Día de la Tierra. Lo hizo inspirado en la necesidad de generar conciencia pública sobre la contaminación del aire y el agua, tras presenciar el año anterior las consecuencias de un derrame de petróleo en Santa Bárbara, California, y también con el objetivo de que la protección del medio ambiente estuviera en la agenda política de su país. Ese primer Día de la Tierra 20 millones de norteamericanos se manifestaron contra el deterioro del medio ambiente, y la consecuencia fue la creación de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. En 1990 se organizó esta campaña a nivel planetario, que movilizó a 200 millones de personas en 141 países y colocó a los temas medio ambientales en la agenda internacional. Y lo hizo a tal punto, que el año 2009 la Asamblea General de las Naciones Unidas ratificó el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra. Esa conciencia generada en los 70 se ha mantenido y acrecentado en las últimas décadas. Hoy es impensable para cualquier país, y también para Chile, que el desarrollo económico y social avance por una vía separada de la sustentabilidad, de la protección de los ecosistemas y de la biodiversidad, de la disminución de las actividades contaminantes. Y eso incluye lo que nuestro programa ha denominado la equidad ambiental, que busca disminuir no solo los impactos ambientales de las actividades contaminantes, sino también los efectos que estas tienen en las comunidades. En las últimas décadas, los países hemos avanzado en normas que establecen criterios mínimos para la protección del aire que respiramos, de las aguas superficiales, de los océanos, de los distintos ecosistemas que componen nuestro patrimonio natural. Lo hemos hecho de manera independiente, con criterios locales, avanzando paso a paso en esta creación de una cultura de desarrollo sustentable y respeto por el medio ambiente, algunas naciones de mejor manera que otras. Pero eso no ha sido suficiente, y hoy nos enfrentamos a desafíos globales. Aunque hayamos intentado disminuirla a nivel de los países, la contaminación terminó siendo un problema mundial, y la manifestación de ello es el calentamiento global que está generando un cambio cada vez más evidente en el clima de la Tierra. Las catástrofes naturales se incrementan por todo el orbe, y las masas de hielo retroceden. Hicimos un primer esfuerzo mundial con el Protocolo de Kioto, pero no dio los resultados esperados. No hubo compromisos vinculantes ni la concurrencia de todas las naciones, en especial de las más contaminantes. Por eso, este año las naciones se reunirán nuevamente en París para forjar un nuevo compromiso de reducción de gases de efecto invernadero, que esta vez tendrán la obligación de cumplir. En esa cita, que se realizará en diciembre, nuestro país presentará su compromiso en materia de cambio climático. Esta cumbre planetaria definirá un “nuevo trato ambiental” que fijará la hoja de ruta para las próximas décadas en orden de disminuir los efectos de los gases de efecto invernadero que son los causantes del calentamiento global en nuestro planeta. Y es compromiso lo estamos definiendo de manera participativa, en una consulta pública que acabamos de finalizar, para definir cuáles serán los alcances de nuestra contribución como país. Chile emite cada año 90 millones de toneladas de CO2, lo que equivale apenas al 0,26% de las emisiones globales. Pero es tremendamente vulnerable a los impactos del cambio climático, y de ahí nuestra decisión de impulsar compromisos vinculantes en esta materia. Pero no solo se necesita la acción decidida de los países y de los gobiernos para disminuir el impacto de la actividad humana en la Tierra. También es necesario un cambio de conducta y en la relación que tenemos con nuestro entorno, especialmente en materia de agua, energía y residuos. Tomar conciencia de ello es clave para lograr un verdadero cambio de paradigma en nuestra relación cotidiana con el medioambiente. Es necesario que nos preocupemos también del impacto que generan en la Tierra nuestras propias actividades cotidianas, y buscar disminuir sus efectos. Reciclar, ahorrar energía, no desaprovechar el agua, consumir de manera responsable, con ejemplos de lo que podemos hacer como individuos. Así, pequeñas acciones a escala humana logran cambios globales. Es con esta premisa que el Ministerio del Medio Ambiente, a través de su División de Educación Ambiental, lanza en este Día Mundial de la Tierra el Manual de la Casa Verde, un documento creado para que los ciudadanos conozcan cómo disminuir los impactos en el medio ambiente con acciones cotidianas. A través de la descripción de la familia Campodónico, una familia de clase media chilena, este manual da a conocer una serie de consejos y “ecotips” que permiten reducir por una parte nuestro consumo energía y el volumen de nuestros residuos. Además, y con un relato lúdico y descriptivo, se dan a conocer medidas para cuidar el uso del agua, ideas en materia de compras verdes y recomendaciones en materia de transporte y movilidad. Como he señalado, el cuidado del medio ambiente parte de las acciones que generamos dentro del hogar y con nuestras familias, creando una cultura de sustentabilidad y de respeto por el entorno. El cuidado de la Tierra es responsabilidad de todos, y solo nuestras acciones conjuntas permitirán dejar un mejor futuro a las generaciones que nos sucederán. Muchas gracias |