Con la participación de expertos y líderes en medio marino, se llevó a cabo en la Universidad de Antofagasta un taller destinado a discutir y validar los aspectos técnicos asociados a la evaluación de riesgo ecológico de la bahía Mejillones y de riesgo a la salud de los habitantes de la comuna.
La jornada formó parte del trabajo que se viene desarrollando en el marco del estudio liderado por el Gobierno Regional y que cuenta con recursos del FNDR “Diagnóstico y monitoreo ambiental bahía Mejillones”. Esta iniciativa es coordinada técnicamente por la Secretaría Regional del Medio Ambiente y ejecutada por el Centro de Ecología Aplicada (CEA), con la característica particular que es ampliamente participativa ya que desde el comienzo ha contado con el apoyo y contribución de los pescadores artesanales de Mejillones.
Así lo destacó el seremi del Medio Ambiente, Felipe Lerzundi, quien dijo que “ésta es la primera vez que se está realizando en bahía de Mejillones un estudio diagnóstico que no sólo permitirá determinar el estado de su condición ambiental, sino que además considera una evaluación de riesgo para la salud de las personas. El esfuerzo que como Gobierno Regional estamos haciendo, nos va a permitir contar con la suficiente información para mirar la bahía con un enfoque ecosistémico, para adoptar medidas que a futuro, nos aseguren una gestión integrada”.
Lerzundi agregó que los resultados del taller serán relevantes para avanzar al siguiente paso, el desarrollo de un modelo conceptual que permita comprender el flujo de materiales contaminantes y su mezcla en los comportamientos principales de la bahía: agua, sedimento y biota, y su interacción con la malla trófica.
Recordó que este estudio considera la realización de un monitoreo integrado, el que se complementará con la instalación de una boya oceanográfica para el muestreo contInuo de variables básicas de la columna de agua. De allí que resultara necesario también, conocer de qué manera impacta la bahía en la salud de la población.
Al respecto, la Dra. en Salud Pública, Patricia Matus, colaboradora del CEA en este estudio, señaló que “necesitamos saber si la bahía impacta o no y si lo hace, de qué manera afecta a la salud de las personas. No sólo me voy a preocupar de la exposición que tienen las personas, ya sea que ésta la usen para fines recreativos o para abastecerse de comida, también voy a realizar análisis de las enfermedades y causas de muerte de los mejilloninos y analizaré el impacto en la calidad del aire sobre su salud. Esto es muy importante y va ligado a la evaluación ecosistémica de la bahía”.
Por su parte, Alberto Rivera, director ejecutivo de la Fundación para la Sustentabilidad del Gaviotín Chico, precisó que “este estudio diagnóstico es un proyecto muy anhelado por los habitantes de Mejillones, hoy comenzamos a ver los primeros frutos y eso es muy positivo. Valoro la sinergia que se ha dado entre el Gobierno Regional, la academia, el mundo científico y los pescadores artesanales siendo parte de los monitoreos, es algo que destaco profundamente”.
Rivera agregó que “espero que una vez que tengamos los resultados de este diagnóstico, se pueda trabajar en algún plan de gestión ambiental de la bahía y de mejoramiento. El Ministerio del Medio Ambiente está siendo pionero, al menos en la zona norte, con un estudio como este que además, considera evaluar el riesgo en la población”, puntualizó.
Durante la realización del taller, expertos locales plantearon sus opiniones y también recomendaciones al estudio. Para el Doctor en Ciencias Ambientales, Rodrigo Orrego, académico de la Universidad de Antofagasta, la realización del diagnóstico “como una primera prospección de lo que a futuro debería hacerse, me parece bien. Es un proyecto que está enfocado en la participación de todos los actores lo que es fundamental para dirigir mejor las cosas que se quieren analizar”.
Monitoreo Ambiental
Cabe destacar que hace unos días se realizó el segundo monitoreo ambiental en bahía Mejillones, instancia que permitió además, desarrollar pruebas en terreno para definir el lugar exacto donde se instalará próximamente la boya oceanográfica, que permitirá recoger datos de variables ambientales de modo continuo y en tiempo real.
Este sistema de registro no sólo medirá condiciones oceanográficas sino también meteorológicas y aportará en la generación de una imagen completa sobre el comportamiento ambiental de la bahía. Los datos permitirán alimentar modelos de hidrodinámica marina, a objeto de generar un sistema de alerta temprana a determinadas condiciones de la columna de agua.