La última encuesta Origen Destino, que muestra cómo se desplazan los santiaguinos por la capital, arrojó que 747 mil viajes se realizan en bicicleta.
Esta modalidad representaba en 2012 (año del estudio, que se realiza cada 10 años) el 4% del total de 18 millones de viajes que todos los días se generan en Santiago.
Dado el auge que ha evidenciado este modo de transporte, las organizaciones de ciclistas estiman que este año las bicicletas concentran más del 10% de los desplazamientos y que su uso se intensificará aún más, a la luz de los crecientes tacos generados por los automóviles.
Algo de esto se comprueba con los tacos de bicicletas que se aprecian en las horas punta en ciclovías como la de Rosas (Santiago) o Andrés Bello (Providencia).
Para satisfacer esa demanda, la Intendencia Metropolitana prepara un plan de 930 nuevos kilómetros de ciclovías en la próxima década. Este programa de obras comenzará a ejecutarse en marzo, con 15 nuevos kilómetros de ciclovías en 12 calles emblemáticas del centro de Santiago. Entre ellas, José Miguel de la Barra, Lastarria, Esmeralda, Arturo Prat, Brasil y Portugal (ver recuadro).
«En el diagnóstico que realizamos vimos que muchas ciclovías de las 258 que tienen las 34 comunas de la ciudad tienen un estándar desigual o están desconectadas. Este año vamos a comenzar con establecer los 23 kilómetros de conectores que van a unir a los 258 kilómetros existentes», explica el intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego.
Añade que además se construirán 32 kilómetros de nuevas ciclovías, además de 10 kilómetros que unirán el Museo Interactivo Mirador (La Granja) con el Parque de la Infancia (Recoleta). Habrá, además, otros 7,4 kilómetros del Paseo Metropolitano (una ruta que rodeará el cerro San Cristóbal por su base) y cinco nuevos kilómetros del proyecto Mapocho 42 K, que generará una ciclovía que bordeará el río.
El proyecto de ciclovías está incorporado en el nuevo plan de descontaminación de Santiago, como una alternativa de transporte a las fuentes móviles (vehículos) que serán restringidos durante la gestión de episodios críticos (1 de mayo al 31 de agosto de cada año).
El ministro (s) de Medio Ambiente, Marcelo Mena, dice que si una persona utiliza la bicicleta «puede ahorrar hasta $2 millones si se suman los costos por bencina, estacionamientos y otros. Los beneficios ambientales están estimados en $15 por kilómetro por la reducción de gases con efecto invernadero».
Publicado en El Mercurio