Con el propósito de reconocer el trabajo que vienen desarrollando en materia de gestión ambiental e incorporación de la temática en su curriculum escolar, se entregó, en una sencilla ceremonia, la certificación ambiental a las Escuelas “Victoriano Quinteros Soto” de Taltal y “Paranal” de Paposo.
El acto de entrega contó con la participación del seremi del Medio Ambiente de la Región de Antofagasta, Felipe Lerzundi, quien precisó que la adopción de una actitud consciente con el medio ambiente depende en gran medida de la enseñanza que se imparta desde la niñez y juventud. “La certificación ambiental –dijo- incorpora la formación ambiental al curriculum escolar del colegio, es decir, siembra la semilla de la conciencia ambiental en los niños y jóvenes, lo que hace años no se hacía. Por tanto, ustedes hoy están incorporando valores y desarrollando hábitos y conductas ambientalmente responsables en una etapa muy temprana de su formación y cuando sean adultos tendrán mayor conciencia y respeto por nuestros recursos naturales”.
Por su parte, la directora de la Escuela “Victoriano Quinteros”, Sandra Miranda, precisó que “el año 2014 cuando reformulamos nuestro proyecto educativo institucional, se estableció que nuestra misión y visión tendrían como sello educativo, el compromiso formativo con los principios de la educación ambiental y la vida sana, desde el nivel transición mayor hasta sexto básico para llegar a constituirnos en una escuela sustentable. El 2015 comenzamos a trabajar y nos inscribimos voluntariamente al Sistema Nacional de Certificación Ambiental (SNCAE) y a partir de ahí hemos desarrollado distintas acciones que buscan provocar el cambio cultural en nuestros estudiantes. Por tanto, recibimos con mucho orgullo y satisfacción este reconocimiento”, precisó.
La educación ambiental ha sido un tema prioritario en la enseñanza que se imparte tanto en la Escuela “Victoriano Quinteros Soto”, que recibió su certificación ambiental nivel medio, como en la Escuela “Paranal” de Paposo, nivel básico, que lograron desarrollar un trabajo articulado entre el equipo directivo, los docentes, el centro general de padres, la familia, y por supuesto los alumnos, quienes han demostrado un interés y preocupación especial por el cuidado de su entorno a través de la generación de huertos, campañas de reciclaje, caminatas de apreciación del patrimonio con pertinencia socio ambiental local, entre otras acciones.
Cabe destacar que ambas unidades educativas cuentan con un Club de Forjadores Ambientales, quienes han trabajado los principios establecidos en el “Cayu Cura”, documento realizado por el Departamento de Educación Ambiental del Ministerio del Medio Ambiente y que en mapudungun significa seis piedras. A través de él se invita a adoptar los principios básicos de los forjadores y a colaborar desde una rutina diaria a promover el desarrollo sustentable.
Los seis principios son: Respetar y valorar a los demás en su diversidad; Respetar y valorar la biodiversidad; Conocer y mejorar el entorno; Llevar un estilo de vida saludable; Consumir de manera responsable considerando al medio ambiente y a los demás y Disminuir nuestra huella hídrica y huella de carbono.