Cinco empresas productoras de espuma de poliuretano para aislación térmica son parte del “Programa de apoyo al sector de espuma”, que con financiamiento del Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal, a través de la Unidad Ozono del Ministerio del Medio Ambiente, han comenzado a reemplazar el uso del dañino HCFC-141b por alternativas no agotadoras de la capa de ozono y sin potencial de calentamiento global.
El Gobierno de Chile se comprometió a reducir paulatinamente el consumo de Hidroclorofluorocarbonos (HCFC), gases que debilitan la capa de ozono, en un 45% para el año 2020, un 65% para 2021, y a prohibir totalmente el consumo y uso del HCFC-141b para el año 2020. Este último es utilizado principalmente como agente soplante para la producción de espuma de poliuretano en aislación térmica, pero al ser liberado a la atmósfera debilita la capa de ozono y contribuye al calentamiento global, por lo que se hace necesario buscar alternativas y reemplazar su uso.
Proyectos de reconversión
Como parte del Plan de Gestión para la Eliminación de los HCFC (HPMP), se está apoyando el proceso de reemplazo de HCFC-141b por alternativas sustentables en cinco empresas del país que se dedican a la fabricación de paneles aislantes y puertas de espuma de poliuretano en base a HCFC-141b. Refricentro, Ingepur, Ixom, Austral Chemicals e Inema, son las empresas que comenzarán el proceso de reconversión de este gas dañino por Hidrocarburos e Hidrofluorolefinas (HFO), gases que tienen un potencial de calentamiento global considerablemente bajo, al igual que su potencial de agotamiento de la capa de ozono.
“Con financiamiento del Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal, hemos desarrollado importantes proyectos con el sector de espuma, junto a empresas que actualmente utilizan HCFC-141b, para apoyarlos en este proceso de reemplazo de gases por sustancias amigables con el medio ambiente”, explica Lorena Alarcón, consultora de la Unidad Ozono del Ministerio del Medio Ambiente, quien junto a Miguel Quintero, consultor y experto internacional del Programa de Naciones Unidas para Desarrollo (PNUD), durante septiembre visitaron las instalaciones de algunas plantas y evaluaron los aspectos técnicos y el avance de los proyectos.
Compromiso mundial
“Cada vez hay más compañías que se van convirtiendo a tecnologías nuevas, y es una tendencia en alza a nivel internacional. Nos alegra que Chile esté avanzando en la reconversión de gases refrigerantes, apuntando a cumplir la meta de eliminar totalmente el uso de HCFC-141b en 2020”, señala Miguel Quintero.
El mercado consumidor de este gas HCFC en espumas de poliuretano, abarca diferentes tamaños de usuarios, desde empresas transnacionales y nacionales relativamente grandes, que no son incluidas para financiamiento del Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal, pero que estarían implementando su propio proceso para eliminar el uso de HCFC-141b; empresas pequeñas y medianas, con consumos individuales de aproximadamente 15 toneladas por año de HCFC-141b; y microempresas fabricantes e instaladoras de paneles de espuma de poliuretano y aplicadores de espuma de poliuretano en spray, cuyo consumo, en promedio, bordea las 2 toneladas al año de HCFC-141b, grupo al que pertenecen las empresas que hoy están siendo apoyadas a través del Ministerio del Medio Ambiente.
Las acciones para la eliminación del HCFC-141b, se complementan con el “Programa de apoyo al sector de refrigeración”, bajo el cual también se están desarrollando actividades para eliminar el uso de esta sustancia en “flushing”, limpieza de sistemas de refrigeración y climatización. “Todas estas acciones están en sintonía con compromisos internacionales que los países han adquirido, y buscan proteger la capa de ozono y mitigar el cambio climático, asegurando el bienestar del planeta para las futuras generaciones”, agrega Lorena Alarcón.