El importante rol de las aduanas en la importación de sustancias dañinas para la Capa de Ozono

Conversamos con Gustavo Torres, ingeniero en electrónica, y consultor internacional en distintos países de América Latina, quien, entre sus actividades, entrega asesoría y capacitación a funcionarios de aduanas en relación con el control de las importaciones y exportaciones de sustancias controladas por el Protocolo de Montreal.

Los desafíos de Chile en cuanto a la protección de la Capa de Ozono se orientan en dos sentidos; en el primero, continuar con el trabajo de regulación de las sustancias agotadoras de la Capa de Ozono, y en el segundo, disminuir la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y ser un aporte al cumplimiento de los compromisos nacionales en materia de cambio climático.

Respecto al primero, el 2 de enero de 2020, fue publicada en el Diario Oficial la actualización del Reglamento (D.S. 3/2019 MINSEGPRES) que establece las normas aplicables a las importaciones y exportaciones de las sustancias controladas por el Protocolo de Montreal.

La nueva normativa, incluye el control de las sustancias conocidas como HFC (hidrofluorocarbonos), de modo que su importación y exportación está sujeta al control del Servicio Nacional de Aduanas desde del 1 de enero de 2020. También prohíbe completamente el consumo del HCFC-141b, utilizado para la producción de espumas rígidas de poliuretano y como agente de limpieza de sistemas de frío (flushing).

Sobre este tema, conversamos con Gustavo Torres, ingeniero en electrónica, y consultor internacional en distintos países de América Latina, quien, entre sus actividades, entrega asesoría y capacitación a funcionarios de aduanas en relación con el control de las importaciones y exportaciones de sustancias controladas por el Protocolo de Montreal, como los HCFC (hidroclorofluorocarbonos) y HFC (hidrofluorocarbonos).

El experto, quien además es magister en comercio internacional y docente en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, se refiere a la importancia del rol de Aduanas en el control de este tipo de sustancias. “Cuando se imponen restricciones sobre el comercio internacional, como ocurre con estas sustancias, surge la posibilidad de evadir los controles y en consecuencia es necesario trabajar activamente contra el tráfico ilegal. Además, en los países que no son productores, el consumo queda determinado completamente por las importaciones; en consecuencia, los límites máximos de consumo que establece el Protocolo de Montreal para cada país”.

De allí, el importante rol que tienen los sectores aduaneros y la información que disponen para hacer ese control. Según el experto, un funcionario de aduana debe conocer la nomenclatura química y aspectos vinculados a la seguridad en el manejo de sustancias peligrosas. Por esta razón, una de sus actividades es brindar herramientas a los funcionarios de aduana para que lleven a cabo estas tareas con la información y condiciones adecuadas.

“Otro aspecto que se debe considerar es la identificación física de estas sustancias. Para determinar exactamente el tipo de sustancia se usan equipos de laboratorio que tienen que estar especialmente adaptados. La labor del laboratorio de la aduana en la identificación de las sustancias controladas, es un desafío para el efectivo proceso de control y seguimiento”, añade el experto.

El desempeño de Chile

Gustavo Torres, se refiere al compromiso político que ha asumido nuestro país en cuanto a los objetivos que se han planteado y al nivel profesional con el que se han desarrollado. “Hasta donde conozco, el trabajo desde la Unidad Ozono del Ministerio del Medio Ambiente como desde el Servicio Nacional de Aduanas, muestran un gran profesionalismo y una búsqueda de mejorar día a día. Chile ha ratificado el Protocolo de Montreal y todas sus Enmiendas, incluida la última, la de Kigali, esto también es un punto a destacar porque muestra el compromiso político del país”.

Los desafíos de la Enmienda de Kigali

Desde el año 2019, la Enmienda de Kigali implica el control sobre un nuevo tipo de sustancias, los HFC. Sin embargo, Torres señala que los controles a estas nuevas sustancias no difieren significativamente de las anteriores como los CFC y HCFC. “Se deberá brindar capacitación a los funcionarios de aduana y empezar a trabajar en la prevención de su potencial tráfico ilegal. Y por supuesto, sin descuidar el resto de las sustancias controladas por el Protocolo de Montreal, ya que una gran cantidad de ellas ya se encuentran prohibidas, algunas tienen excepciones para su consumo, y otras, como el caso de los HCFC, se encuentran en plena fase de reducción del consumo”.

En sus últimas visitas a Chile, el experto ha tenido reuniones con los funcionarios de Aduana y de la Unidad Ozono para intercambiar ideas sobre un conjunto de capacitaciones a desarrollar en los próximos meses.

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Publicado en Campaña Ozono.