El ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, concurrió esta mañana a Plaza Italia para medir los niveles de ruido que se generan en ese sector, los que fueron proyectados a través de las pantallas gigantes ubicadas en las esquinas de Vicuña Mackenna y Alameda, para conmemorar de esta forma el Día Internacional de la Conciencia sobre el Ruido.
Esta ubicación no fue escogida al azar, ya que esta es una de las esquinas que presenta mayor contaminación acústica en todo Santiago. Por eso, el llamado fue a crear conciencia sobre el impacto que genera en la ciudadanía y en el medio ambiente.
Ante esto, la máxima autoridad ambiental afirmó que “el ruido es un contaminante invisible, pero eso no significa que pasa desapercibido. Según la Segunda Encuesta Nacional del Medio Ambiente realizada por nuestro ministerio, se trata de uno de los problemas ambientales que más identifican los chilenos, después de la contaminación del aire y la basura
Respecto de las acciones que el Ministerio del Medio Ambiente desarrolla frente a esta temática, Badenier agregó que “nuestra institución elabora mapas de ruido de las ciudades, trabajo que ya hemos realizado en el Gran Santiago, Temuco-Padre Las Casas, La Serena-Coquimbo y Valdivia. Esto nos ayuda a visualizar cómo este contaminante afecta a distintos sectores de cada ciudad, a sus calles e incluso a sus barrios. Con esta información podemos, por ejemplo, tomar decisiones en materia normativa, relevar el ruido como una variable del ordenamiento territorial o conocer las necesidades de aislamiento acústico que requerirían nuevas construcciones”.
Asimismo, el jefe de cartera agregó que “hoy existen normas para poder disminuir las emisiones de ruido, como la norma de emisión en fuentes fijas, la norma de emisión para vehículos de locomoción colectiva y en 2017 entrará en vigencia una norma para vehículos livianos y motocicletas. Esto nos ayuda en el control de fuentes generadoras de ruido”.
Efectos del ruido en la salud
El ruido es una forma más de contaminación que a determinados niveles puede generar estrés, pérdida de la audición, afectaciones cardiovasculares, retraso escolar, conductas agresivas, dificultas en la convivencia, entre otros.
Considerando que el ruido es una consecuencia directa de las actividades humanas, se recomienda a la población no acelerar el motor excesivamente, usar la bocina solo en casos de emergencia, mantener un volumen bajo de equipos de música o televisión en su hogar y realizar reparaciones ruidosas durante el día y evitar este tipo de actividades los domingos.
Los estándares que se consideran en Chile para generar y ejecutar las políticas públicas en materia de ruido, son los establecidos por la OCDE. De 65 decibeles (dBA) hacia abajo es “aceptable” el ruido generado y de 65 (dBA) hacia arriba es “inaceptable”, en horario diurno. En cambio, durante la noche se considera “aceptable” el rango de 55 (dBA) hacia abajo e “inaceptable” más de 55 (dBA).