Luego de dos años de investigación se dieron a conocer los resultados del estudio básico “Diagnóstico ambiental y manejo sustentable de Península de Mejillones”, financiado por el Gobierno Regional de Antofagasta a través del FNDR y coordinado por la Secretaría Regional del Medio Ambiente.
La iniciativa, que fue ejecutada por el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) y contó con el patrocinio de la Universidad Católica del Norte (UCN); tuvo como objetivo diagnosticar ambientalmente y aplicar medidas piloto de manejo sustentable en el ecosistema marino y costero de Península de Mejillones, sitio prioritario para la conservación de su biodiversidad marina y la mantención de los servicios ecosistémicos.
La entrega de los resultados se realizó en la Biblioteca Regional de Antofagasta, hasta donde llegaron representantes de servicios públicos con competencia en el tema; representantes del ámbito privado y académico de la región e invitados especiales.
De acuerdo a lo que señaló la directora del proyecto, Dra. Beatriz Yanicelli, este estudio “estuvo orientado a implementar mediante procesos participativos, diferentes acciones de manejo en el ámbito de objetos de conservación priorizados, lo que no sólo implicó un importante esfuerzo del equipo técnico, sino también de los usuarios de la Península, observándose por un lado un importante proceso de intervención en las praderas intermareales de algas pardas, que si bien no muestran un deterioro mayor en sus poblaciones, los efectos sobre las especies asociadas al bosque podrían ser importantes en el mediano plazo”.
La profesional agregó que “es preocupante lo observado en el uso de los espacios del área prioritaria existiendo interferencia entre actividades y procesos ecológicos relevantes, donde pudimos apreciar problemas en el manejo de basura en espacios libres o interferencia en procesos de nidificación en algunas zonas, entre los resultados más relevantes”, precisó.
Por su parte, el seremi del Medio Ambiente, Ramón Aréstegui se refirió al programa de difusión que se implementó en el marco de este estudio y que buscó sensibilizar y educar a los diversos usuarios del sector acerca de su biodiversidad terrestre y marina, su valor cultural y arqueológico, entre otros. “Estos procesos participativos permitieron priorizar servicios ecosistémicos que entrega la Península de Mejillones y que incluyen servicios de aprovisionamiento, de soporte (Praderas de algas); culturales y servicios de regulación (control biológico de vectores)”, puntualizó.
Destacó que uno de los productos del programa de difusión es la elaboración de una Guía Educativa que vincula contenidos técnicos y científicos sobre el patrimonio natural del sitio prioritario, con las metodologías educativas como complemento a los contenidos formales del Ministerio de Educación.
Este documento permitirá guiar al docente en el desarrollo de una clase al aire libre, sobre uno de los principales objetos de conservación de nuestra costa, las aves marinas. “Con su aplicación se espera que los alumnos de 5° y 6° básico, incorporen nuevos conocimientos, logren una mayor conciencia sobre la importancia de su propio patrimonio y con ello, contribuyan en el presente y futuro a su conservación y cuidado”, puntualizó la autoridad ambiental.