· Agrupadas en la Alianza Interreligiosa y Espiritual por el Clima, representantes de distintos credos y confesiones de diversas partes del país, se reunieron virtualmente con profesionales del Ministerio del Medio Ambiente, para conocer sobre los alcances del Acuerdo de Escazú y su implementación en Chile.
Diferentes comunidades religiosas y espirituales de nuestro país, agrupadas bajo la Alianza Interreligiosa y Espiritual por el Clima (AIEC), se reunieron este martes 5 de septiembre con profesionales de la División de Educación Ambiental y Participación Ciudadana del Ministerio del Medio Ambiente, dando inicio a un trabajo de capacitación e involucramiento sobre el Acuerdo de Escazú y el proceso de implementación que tendrá en Chile.
La iniciativa forma parte de un acuerdo existente entre la cartera y la AIEC, que además tiene el respaldo de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (ONAR) dependiente del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, para el desarrollo de un programa de capacitación sobre distintos tópicos ambientales con el objetivo de ir formando comunidades sustentables en distintos puntos de nuestro país, y que se desarrollará, inicialmente, entre 2023 y 2025.
La AIEC es una red multi religiosa, que reúne a confesiones católicas, luteranas, protestantes, comunidades indígenas, Comunidad Bahá´í y Brahma Kumaris, entre otras, y ha venido desarrollando un trabajo de sensibilización ambiental desde 2019 en el marco de la COP25.
En la jornada de capacitación sobre el Acuerdo de Escazú, el jefe de la División de Educación Ambiental y Participación Ciudadana del ministerio, Carlos Rungruangsakorn, manifestó la complacencia por abrir un trabajo de educación ambiental hacia comunidades religiosas y espirituales que normalmente no son objeto de campo de acción del Ministerio, “pues representa el espíritu de Escazú, que es promover la participación ciudadana, facilitar el acceso a la información ambiental y promover y fortalecer la democracia ambiental”.
El trabajo con la AIEC seguirá su curso con una segunda jornada, cuyo objetivo de promover la formación de líderes que puedan convocar a sus comunidades de base para la realización de diálogos autoconvocados, en el marco del proceso de Participación Ciudadana del Plan de Implementación del Acuerdo de Escazú, que debe desarrollarse en el último trimestre de este año.