Chile tiene 18 mil humedales y solo el 2% de ellos cuenta con algún tipo de protección

Una superficie de 1.460.400 hectáreas, equivalente a 20 veces Santiago, totalizan los cerca de 18 mil humedales que tiene el país. Según un catastro del Ministerio del Medio Ambiente -a partir de este año estará disponible con datos dinámicos-, estos ecosistemas se concentran principalmente en las regiones de Aysén (444.200 ha), Magallanes (288.600 ha) y Los Ríos (129.300 ha).

Su presencia se da en múltiples formas: en ecosistemas «altoandinos» como bofedales y vegas. En la zona costera hay estuarios, marismas, albuferas (ingresos de mar), y en zonas patagónicas se manifiestan en turberas, verdaderos bloques de vegetación y agua que se prolongan por metros hacia el subsuelo.

«Hay una subestimación aún de las turberas, pero estamos perfeccionando las metodologías (…). También la cifra de 18 mil humedales puede ir en evolución», explica Alejandra Figueroa, jefa de la división de recursos naturales del Ministerio del Medio Ambiente.

Beneficios y amenazas

Estas verdaderas «esponjas» vegetales sirven de reservorio de agua dulce. Capturan y filtran afluentes que bajan de los glaciares cordilleranos. Otros previenen inundaciones, y los costeros generan barreras de mitigación frente a marejadas y maremotos. Incluso, muchos logran ser grandes centros de almacenaje de carbono.

Pese a todos estos beneficios ambientales, los humedales en Chile están desapareciendo. Amenazas como la sequía, el auge inmobiliario de sectores costeros y la sobreexplotación de agua han convertido a varios en planicies desiertas, bancos de arena o basurales.

Francisco Squeo, doctor en Biología e investigador del Centro de Estudios de Zonas Áridas (Ceaza), advierte diversos riesgos: «Los del norte están distanciados entre sí a 50 o 100 kilómetros y forman una cadena o ruta que permite el flujo de las aves migratorias. En zonas como el borde costero de La Serena, donde se ha construido en las vegas, puede generar un problema crítico para las aves».

Diego Luna, especialista en conservación de la red hemisférica de reservas para aves playeras, añade que el cambio climático acelerará la degradación de humedales al restringir las precipitaciones de nieve o lluvia que alimenta a los ríos y napas que los irrigan. «Es una amenaza tremenda en el concierto de humedales, porque acelera su desaparición y la eliminación de especies».

Otra amenaza se da en los bordes costeros. Rodrigo Cienfuegos, académico de ingeniería de la UC y director del Centro de Investigación para la Gestión Integrada de Riesgos de Desastres , dice que cuando se intervienen «se deteriora el beneficio de protección que generan frente a marejadas o maremotos. Son ecosistemas frágiles y la sequía puede influir en la falta de disponibilidad hídrica para mantenerlos».

Alejandra Figueroa detalla que solo el 2% de los humedales tiene alguna protección hoy. Para revertir el déficit, en el proyecto que crea el futuro servicio de biodiversidad y áreas protegidas, se incluirán fomentos de conservación. «Trabajamos en incentivar la protección público-privada para su uso sustentable y también con instrumentos directos y específicos para la conservación de humedales. Va a haber medidas para cautelar su manejo y definir criterios para intervenirlo bajo distintas actividades», adelanta.

Datos:

-29.500 ha de humedales se concentran en la isla de Chiloé.

-6.600 ha de estos ecosistemas hay en Valparaíso, la región con menor superficie y más presión inmobiliaria costera.

– 1,93% de la superficie nacional está concentrada en humedales.

Publicado en El Mercurio

 

 

 

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