Cambio climático: Del dicho al hecho, no debe haber trecho

Columna de Opinión de Yoal Díaz Reyes, Seremi del Medio Ambiente de Región de Aysén.

El refrán “Del dicho al hecho hay mucho trecho” nace en 1549 en España, y su espíritu nos permitirá ver de una manera práctica el concepto de cambio climático.

Revisemos los dichos: cada 24 de octubre conmemoramos el día mundial contra el cambio climático, forma de sensibilizar al mundo sobre los desafíos que vivimos en regiones como la nuestra. Se espera que al año 2050 hayan cambiado todos los regímenes climáticos de Latinoamérica, lo que nos invita a reflexionar acerca de cómo debemos enfrentar este desafío.

El cambio es irreversible en cuanto a las condiciones preindustriales, el concepto que ahora debemos considerar es la resiliencia, que se lleva a cabo a partir de una adaptación efectiva a esta realidad y, por supuesto, avanzar en medidas de mitigación de los efectos que generan los gases de efecto invernadero (GEI).

Nuestra región debe ser uno de los territorios más expuestos a los efectos del cambio climático, pensando por ejemplo, en la proyección de las precipitaciones que van a la baja, lo que implica disminuir al 2050 casi en un 90% la cobertura de nieve en el sector occidental de la región. Este panorama es dramático.

Ahora revisemos los hechos: Nuestro país tiene hoy una oportunidad histórica, la ley Marco de Cambio Climático, promulgada en nuestro gobierno, es uno de los instrumentos que permite avanzar con acciones concretas, generando planes de acción a nivel de ministerios, gobiernos regionales y municipios, los cuales tendremos que revisar, implementar y aumentar su ambición cada 5 años. Esta es nuestra tarea prioritaria como Seremi del Medio Ambiente, poniéndonos como desafío transversalizar el cambio climático.

Adicionalmente, tenemos una región que avanza en el camino de acciones concretas: infraestructura regional resiliente, convocatorias de fondos y proyectos regionales con perspectiva de cambio climático y género, Gobierno Regional protagonista, a través del Comité Regional de Cambio Climático CORECC, y lo más importante, una comunidad rural y urbana cada vez más consciente de la problemática. Este panorama es esperanzador.

Finalmente observemos el trecho: El camino está trazado y sigue construyéndose, el diagnóstico es irrefutable, las acciones apuntan en la dirección de un territorio resiliente, los tomadores de decisiones debemos enfocarnos en los hechos y no tanto en las palabras, mientras que las comunidades y organizaciones de la sociedad civil deben adoptar un rol protagónico; y si me permiten sumar un cuarto elemento, quisiera abordar los pies que recorrerán esta hoja de ruta, porque que cada acción es un paso para adaptarnos y mitigar los efectos de una problemática mundial, pero con la esperanza de resolverlo en comunidad, dado que sin el correcto incentivo a la corresponsabilidad y el compromiso ciudadano, el mundo de las ideas se quedará en eso, en palabras, en letra impresa, en exposiciones y discursos que pueden tocar el corazón de muchos y muchas, pero que no tendrán sentido si no logran levantarnos del sillón como lo hace un desafío que se siente propio y del que somos realmente incidentes.

La invitación entonces es a bajar las ideas al saber local, comunitario e incluso ancestral, es a dialogar horizontalmente entre todos y todas y poner a disposición la voluntad de hacer de este

cambio climático, un cambio profundo de conciencia, modos y valores que redibujan la opción de una nueva forma de convivir en una sociedad ecosistémica, concreta y justa.

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Publicado en Región de Aysén del General Carlos Ibañez del Campo.