Expertos presentaron distintas posturas frente a la propuesta del ministro de Medio Ambiente sobre la restricción a vehículos antiguos.
Diversas reacciones generó la propuesta del ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, quien señaló que se evalúa aplicar restricción según la tecnología o antigüedad de los vehículos, con el fin de mitigar la contaminación atmosférica en Santiago. Esto en el contexto de la elaboración del plan de descontaminación de la Región Metropolitana, el cual debe presentarse en 2016.
El ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, aseguró que si bien la medida está siendo analizada por Medio Ambiente, “nosotros vamos a apoyar las decisiones respecto a ese punto para descontaminar Santiago”.
Añadió que desde el punto de vista de la descongestión vehicular, “una restricción general también es positiva”, agregando que “hemos visto que en episodios críticos (de contaminación) en Santiago, el transporte público funciona mucho mejor cuando hay restricción a vehículos catalíticos”.
Respecto de la propuesta, el gerente de Automóvil Club de Chile, Alberto Escobar, señaló que “un auto nuevo (catalítico) contamina por hasta 20 veces menos que uno con convertidor catalítico que tiene 10 años”. Escobar planteó que es necesario incentivar la renovación de los vehículos, añadiendo que eso no ocurre en Chile: “Si tengo un vehículo nuevo o muy nuevo, pago más impuestos y contamino menos que quien posee un auto viejo y contamina más. Y, además, paga menos impuesto”.
Según datos de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac), del total de vehículos que circulan en el país, un 37% tienen entre 11 y 19 años de antigüedad.
Sobre este tema, Louis de Grange, especialista de la U. Diego Portales, argumentó que este tipos de medidas podrían tener una consecuencia contraria a la que se busca y derivar en un aumento del parque automotor.
“Según lo visto internacionalmente, las familias, para evitar la restricción, se compran un segundo o tercer vehículo, que normalmente es más viejo y más contaminante”, aseguró. “La restricción vehicular, en general, son políticas que en el corto plazo pueden servir, pero en el futuro sin duda alguna son peores”, agregó De Grange.
En esa misma línea, Rodrigo Troncoso, ingeniero e investigador de Libertad y Desarrollo, comentó que no debería ser el objetivo acumular prohibiciones en el tiempo, sino que buscar políticas de largo plazo, que trasciendan todos estos problemas. “El debate se debe plantear en un contexto y no atendiendo a una contingencia particular, con medidas que pueden ser muy costosas y que no sabemos cuál es su real efectividad”, comentó Troncoso.
Camiones
Respecto a otras medidas que podría aplicar la autoridad, Escobar apunto a la restricción de los camiones o vehículos de transportes pesados, que actualmente, según la Intendencia Metropolitana, tienen restricción de circular por en el área interior delimitada por el anillo Américo Vespucio desde las 10.00 hasta las 18.00 horas los días de preemergencia y emergencia ambiental.
“Si se va a restringir el parque privado, también se haga algo con el parque de las empresas, en especial las industrias de transportes que tienen camiones de muy buena calidad, pero también una cantidad significativa de mala calidad”, agregó Escobar.
En la misma línea, De Grange aseguró que el problema de la contaminación en Santiago se debe principalmente al uso de la leña y los camiones. “Para combatir eso hay que aumentar la fiscalización y aplicar subsidios focalizados a los hogares más pobres, que usan leña, y a los camiones para renovar la tecnología”, añadió.
Chubascos aislados en el poniente
Chubascos aislados y débiles se registraron ayer en la zona poniente de Santiago, según informó la Dirección Meteorológica de Chile. Luis Salazar, jefe de turno de la entidad, afirmó que pese a estas precipitaciones, la capital alcanza un 91% de déficit de agua caída. “Estamos en el junio más seco en 150 años”, señaló.
Esto se atribuye -agregó Salazar- a la presencia de un ciclo del Niño “débil”. Este invierno, el fenómeno climático es considerado como particular, pues El Niño, históricamente, estuvo asociado a intensas lluvias en la zona central y sur.