En la escuela Patricio Lynch de Andacollo, la comunidad educativa junto a los colaboradores del proyecto “Nuestro entorno puede ser mejor, demos una mano” se reunieron para hacer el balance de los resultados de esta iniciativa de educación ambiental que consistió en enseñar en terreno a alumnos de 7° y 8° año básico, sobre la composición química y física de los relaves mineros y sobre cuáles son las especies vegetativas que tienen la capacidad de biorremediar este tipo de suelos.
El proyecto se ha desarrollado durante el último año y fue uno de los ganadores del Fondo de Protección Ambiental del Ministerio del Medio Ambiente tras ser postulado por la Agrupación para el Control del Medio Ambiente y Desarrollo Social de Andacollo (CMA), organismo que con los recursos asignados dejaron como legado un laboratorio de biología que busca incentivar el interés en el área científica y medioambiental en alumnos desde kínder hasta octavo básico.
La seremi del Medio Ambiente, Verónica Pinto, destaca que “este Fondo de Protección Ambiental aporta conocimiento a un problema importante como son los relaves, así que este laboratorio permitirá determinar cuáles son las especies vegetales que pueden utilizarse para una fitoestabilización (…) Es importante que en los establecimientos educacionales se pueda fomentar la investigación para aportar a soluciones”.
Fredie Collao, asesor que desarrolló los talleres con los alumnos, explica que los estudiantes pudieron aprender sobre la composición de los relaves y que una de las maneras de controlar la emisión de polvo contaminante es a través de la fitorremediación.
“Fue entretenida la experiencia, porque en salidas a terreno aprendimos conceptos interesantes, como que la fitoestabilización es la extracción de químicos dañinos mediante plantas y que en las tortas de relaves de Andacollo se han encontrado 29 químicos dañinos”, afirma Isidora Berrios, alumna de la escuela Patricio Linch.
Jose Calderón, dirigente social de la agrupación CMA, expresó que implementar este proyecto “fue una experiencia enriquecedora” y que ahora la tarea es “hacer un seguimiento en este laboratorio, donde los distintos cursos participarán en un taller de ciencias y aquí se realizarán bio-ensayos para probar distintos tipos semillas en este tipo de suelo contaminado”.