Columna de opinión Claudia Rivera Rojas, Seremi del Medio Ambiente Región Coquimbo:
Los humedales son ecosistemas acuáticos que sostienen una rica biodiversidad e importantes elementos para la vida, donde el agua es esencial para su conservación. En medio de la ciudad de La Serena podemos recorrer la desembocadura del río Elqui, un humedal que ha sido intervenido por el ser humano, afectando ese hermoso vergel que reúne a una gran cantidad de especies que lo habitan y visitan, afectando sus zonas de nidificación, reproducción, alimentación y descanso. Episodios lamentables como el ingreso ilegal de vehículos motorizados en el borde costero o la presencia de basura en el sector, ameritan cambios urgentes de conductas, en pro de la preservación y el desarrollo sustentable.
Es momento de poner en valor los múltiples beneficios que otorgan los humedales hacia la comunidad y al medio ambiente, donde la educación es fundamental para generar conciencia, ya que no basta con prohibir, hay que enseñar de qué manera podemos contribuir a proteger y mantener estos ecosistemas. No es un lugar para dejar desperdicios, tampoco para ir a pescar, ni mucho menos para generar ruidos molestos. Cada uno puede ayudar denunciando en los canales correspondientes y llevándose los residuos que dejan al ir de paseo. Estamos en una época de despertar de conciencia, que invita a desarrollar una relación armoniosa con la naturaleza, que nos invita a disfrutar la paz y belleza de nuestro patrimonio natural. Estos espacios nos proveen de servicios ecosistémicos; reducen las inundaciones, alivian las sequías, ayudan a absorber Gases de Efectos Invernadero, mejorando así la condición ambiental, protegiendo las costas del cambio climático. Es un momento ideal para reflexionar sobre el valor de los humedales y sobre cómo podemos aportar para cuidar el hogar de golondrinas, zarapitos, siete colores, yacas, rayadores, puyes, pidencitos, por mencionar a algunas especies.
Hoy la gestión de este lugar ubicado en plena área urbana de la capital regional, reviste de un gran desafío, donde se está generando conocimiento sobre su importancia y mantención para la salud del planeta. Porque como dijo el poeta senegalés, Bada Dioum “al final conservamos sólo lo que amamos. Sólo amamos lo que entendemos. Solo entendemos lo que nos enseñan”.