- El espacio fue liderado por Tomás Altamirano, coordinador nacional de la ENCA, y fue aprovechado por los asistentes para generar ideas y debates en la implementación de esta importante política pública.
El jueves 3 de octubre, representantes de la ENCA expusieron frente a la audiencia de investigadores, estudiantes y divulgadores durante el XIV Congreso Chileno de Ornitología en el Teatro Municipal de San Vicente de Tagua Tagua.
Tomás Altamirano, coordinador nacional de la ENCA; junto Loretto Arriagada, coordinadora local de Audubon Américas; Carmen Espoz, directora del Centro de Investigación Bahía Lomas; Verónica López, gerente de proyectos de Oikonos; e Ivo Tejeda, director ejecutivo de la Red de Observadores (ROC); presentaron los avances y brechas de la implementación de la Estrategia, y abrieron el diálogo para recibir preguntas y comentarios sobre la iniciativa.
Una mirada hacia los inicios
Tomás comenzó con el marco general de la ENCA, indicando que ha experimentado “un camino largo y colaborativo”. Comenzó en 1992 de la mano de Rottman y López y fue publicada por el SAG y luego, en 2004, Cristián Estades siguió con la labor realizando una síntesis amenazas especies de aves.
En 2020, en el alero del Ministerio del Medio Ambiente y respondiendo a la sociedad civil y ONGs, comenzó su planificación. “Fue muy desafiante aunar cosas y llegar a acuerdos, pero el espíritu queda reflejado en la misión”, expresó Tomás, y detalló que la Estrategia tiene 58 acciones y 8 líneas acción.
Se oficializó en enero 2022 por el Ministerio del Medio Ambiente y hoy su mayor desafío es pasar del plan a la implementación. “Es un camino lleno de oportunidades”, añadió, “si cuidamos estas especies y sus hábitats probablemente vamos a estar cuidando a más especies. Las aves se están viendo como articuladoras de estos procesos”.
Hoy es una plataforma de colaboración mixta de 25 instituciones, servicios públicos, ONGs y centros de investigación con diferentes grupos de trabajo y planes de acción. El primero es el plan de conservación aves playeras; el segundo es el análisis de aviturismo; y el tercero es el programa de monitoreo de aves de chile.
Oportunidades de implementación
Luego fue el turno de Carmen Espoz, quien detalló las oportunidades que han ido surgiendo en Tierra del Fuego en tres líneas de acción. La primera es implementar acciones de investigación y monitoreo enfocadas en resolver barreras de conservación de las aves y sus hábitats. Aquí destacó que hoy existe un programa de monitoreo con proyectos asociados que tributan a la estrategia en forma directa.
La segunda línea de acción es implementar las alianzas y acuerdos para la conservación, donde están buscando dirigir aún más las que se tienen e incorporar más aliados. Y la tercera tiene que ver con la vinculación con la comunidad, donde desde su Centro Bahía Lomas están fortaleciendo las capacidades para que personas participen activamente en la acción de conservación desde la sociedad civil, las instituciones públicas y privadas, y los administradores del territorio.
Programa Nacional de Monitoreo de Aves
Posteriormente Ivo Tejeda, de la ROC, habló sobre el Programa Nacional de Monitoreo de Aves comentando que este está relacionado con las primeras acciones establecidas en la ENCA y busca responder interrogantes en torno a la cantidad de aves, los sitios prioritarios para su conservación, cómo se toma en consideración las distintas etapas de sus vidas, y cómo cambia en el tiempo su población.
Detalló que hay algunas especies de aves con experiencias exitosas y otras más complejas de investigar, como el picaflor de Arica o el pingüino de Humboldt. “Hoy tenemos información mucho más rica y las condiciones han cambiado. Se requiere actualizar”, expresó.
Añadió que desarrollar estas tareas no es fácil por carecer de perspectiva amplia del estado de las aves del país. Se ha avanzado en los últimos años elaborando un documento de implementación y además en esta tarea se espera contar con los aportes de los profesionales de ornitología con la información ciudadana, que consiste en una comunidad creciente de observadores de aves o pajareros.
En síntesis, indicó que se debe generar esta articulación, mejorar las metodologías y productos, y propuso avanzar por etapas e implementarlo de forma gradual. “Invitamos a sumarse a este esfuerzo a quienes trabajan con especies o aportan desde ciertas zonas geográficas a esta iniciativa”, concluyó.
Aviturismo y buenas prácticas
Loretto se refirió a lo realizado en torno a la acción 14 de la ENCA: potenciar el aviturismo en Chile. Comenzó destacando las fortalezas de nuestro país, comentando la diversidad de ecosistemas, la oportunidad económica en comunidades rurales y locales, y la seguridad vial.
Para avanzar en esta área primero, desde Audubon Américas desarrollaron un análisis de mercado nacional considerando los segmentos de avituristas, la demanda de mercado en chile, el mapa de actores de aviturismo en Chile y las aves carismáticas. Luego, se definieron las principales zonas de observación en el extremo norte, zona central, zona sur y zona extremo sur. Después, se desarrolló una propuesta de rutas costeras para el aviturismo en un mapa dinámico (Storymap).
Y, finalmente, se realizó un curso de formación para guías naturalistas de aviturismo junto a Legado Chile, Birds Chile, GEF Humedales Costeros y ROC. Ahí se capacitaron a diez operadores turísticos por cada región –considerando Valparaíso, Biobío y Araucanía–, con un curso complementario de fotografía ética para entregar herramientas sobre cómo observar la naturaleza de mejor forma.
“El principal mensaje es que el aviturismo en Chile tiene un tremendo potencial de crecimiento. Existe un mercado rentable que permite avanzar en la implementación de esta acción y el trabajo colaborativo entre todos es imprescindible. Creemos que es una oportunidad única para conservar, desarrollar una actividad económica sostenible e implementar la ENCA”, finalizó.
Vinculación a las aves
Verónica López habló sobre la importancia de la vinculación, explicando que la ENCA es una herramienta que entrega lineamientos desde las instituciones del Estado y la ciencia. “Es una vinculación grande que pasa a otros niveles”, expresó.
Luego compartió una historia personal cuando tomó un proyecto de Oikonos para la conservación de la fardela blanca en Isla Mocha a través de la educación en la comunidad cuando enfrentaron la repentina aparición de más de 300 fardelas muertas. Ahí descubrió el valor de vincularse con la comunidad. “Es transversal en la Estrategia porque cada elemento que tiene requiere de actores involucrados”, expresó, “ahora cada vez que vamos a un territorio lo primero que hacemos es ver cómo vamos a involucrarnos a las personas”.
Diálogo abierto
Posteriormente Tomás hizo un cierre relacionando la implementación del Centro Bahía Lomas de la ENCA, los desafíos en cuanto a monitoreo y su relevancia, el aviturismo y los beneficios para las comunidades y su desarrollo sustentable, y la vinculación como una columna vertebral de articulación.
El encuentro finalizó dándole un espacio al público para hacer preguntas y formular ideas en torno a la ENCA, donde se destacó el rol de transmitir a las comunidades el valor de las aves, comprender también la visión de las poblaciones vulnerables y aprovechar el rol de la comunicación a la hora de transmitir el mensaje.
“Hay muchas formas de colaborar, y una que sí es accesible es compartir las iniciativas que todas las organizaciones desarrollan para aumentar el alcance y la gente que se pueda sumar”, recomendó Loretto.