Una entretenida mañana vivieron los niños y niñas del programa “Un verano para todos y todas” del Ministerio de Desarrollo Social, gracias al taller ¡No más contaminación! realizado por la Seremi del Medio Ambiente de Magallanes, donde pudieron comprobar en terreno los tipos de contaminación que existen en la ciudad de Punta Arenas.
Gran asombro mostraron los participantes del taller al ver las múltiples formas de contaminación que existen y lo peligrosa que puede ser en algunos casos, como ocurre con la contaminación del agua, que puede producir graves enfermedades a quienes la consuman.
Conocieron los periodos de degradación en el medio ambiente de los plásticos, cigarrillos y pañales desechables, entre otros. Mostraron gran alivio al saber que en Punta Arenas están comenzando el proceso de eliminación de bolsas plásticas para el uso comercial, ya que una de ellas puede estar hasta 150 años en nuestro planeta luego de ser utilizada.
Otro de los tópicos que causaron gran impresión entre los pequeños, fueron el asociados al cambios en el clima que produce el efecto invernadero, ya que ellos consideraban que era un proceso alejado de la realidad de la región.
Luego de una breve, pero aclaratoria charla, decidieron ir a limpiar su entorno, movilizándose a las afueras de la Escuela Argentina, donde limpiaron todo el perímetro encontrando un sinfín de objetos tirados en la calle.
Álex Villegas Velásquez , alumno de la Escuela Padre Hurtado de 12 años, manifestó que: “me pareció muy buena la actividad, para los niños es divertida, ya que salen al aire libre y recogen la basura. La gente es muy sucia y bota cualquier cosa, encontramos hasta un árbol de navidad tirado”.
Los niños y niñas en su breve recorrido lograron repletar cuatro bolsas de basura de 150 litros cada una, causando importante reflexiones entre ellos, tal como lo señaló Nicole Vidal Mancilla de nueve años, alumna de la Escuela Croacia. «Hay que reciclar, la gente es muy despreocupad, tira muchas cosas y eso es malo para el medio ambiente», declaró.
La actividad culminó con el compromiso colectivo de los niños de cuidar el medio ambiente y hacerse responsables de sus residuos, además de incentivar actos de reducción y reciclaje en sus hogares y comunidades escolares.