Columna de opinión de Natalia Penroz, Seremi Región de Atacama.
Cada 19 de febrero se conmemora el Día Mundial de las Ballenas, iniciativa que conmemora la condena y prohibición de estas especies por la caza comercial indiscriminada que llevó a algunas casi hasta la extinción. Esta condena a la pesca industrial de los cetáceos a nivel global fue realizada el año 1986 por parte de la Comisión Ballenera Internacional y en nuestro país a partir del año 2008 se prohibió permanentemente la captura de estas especies e incluso, se declararon monumento natural, todas las especies de ballenas presentes en las costas de nuestro país.
Este cambio de paradigma ha sido relevante para Chile, pues nuestro país cuenta con una extensa costa, en la cual habitan alrededor de 43% de estas especies y la zona sur de nuestra región, no es la excepción, ya que tenemos la suerte de contar con la presencia de estos cetáceos, que principalmente, en época estival se vienen a alimentar al Archipiélago de Humboldt y donde podemos hacer recorridos turísticos para avistar a estos visitantes, como ballenas fin, ballenas jorobadas o incluso, el mamífero más gran del planeta, la ballena azul.
Por este motivo, estos motivos, año a año, la comunidad de Chañaral de Aceituno realiza el “Festival de la Ballena”, un seminario de turismo comunitario sustentable, que este año realizó su quinta versión y contó con destacados presentadores. En esta ocasión, contó además con la participación de nuestra ministra Maisa Rojas, como una forma de apoyar a la comunidad local, destacando todo el aporte que realizan y han realizado para el resguardo de este tesoro natural, donde fueron importantes actores para poder llevar adelante la creación del Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos, Archipiélago de Humboldt, la primera birregional del país que abarca el sector costero y marino de las comunas de Freirina en la Región de Atacama y La Higuera y La Serena, en la Región de Coquimbo, siendo más de 500 mil hectáreas que nos permitirán avanzar en nuestro compromiso de protección este importante ecosistema.
Aún nos queda el gran desafío de poder crear el plan de manejo de esta nueva área protegida, que involucre a los actores relevantes territoriales de ambas regiones, donde la participación de la comunidad seguirá siendo fundamental, para resguardar adecuadamente este importante ecosistema, donde se vienen a alimentar las ballenas, que como dijeron en el festival, son el principio y el fin de todo esto.