Columna de opinión de Yoal Díaz Reyes, Seremi del Medio Ambiente Aysén.
Cuando nos declaramos como un Gobierno con horizonte ecológico, sabíamos que el desafío no era sencillo, pues nos enfrenta a concretar necesidades para una alta diversidad de temáticas socioambientales a nivel país; la reevaluación de presupuestos nacionales que históricamente han priorizado otras áreas y, por supuesto, la alta demanda por la polifuncionalidad que tienen Gobiernos Regionales y Municipalidades. Con este panorama, quisimos definir una estrategia de trabajo acorde a los tiempos que transitamos como país, que deben considerar primero el abordaje urgente de las temáticas ambientales en el marco de la triple crisis Climática, de Biodiversidad y de Contaminación, y cómo avanzamos en medidas concretas para fortalecer la gobernanza ambiental en las 10 comunas de la región de Aysén. Con este contexto, les cuento cuáles son las líneas base de trabajo que estamos llevando adelante desde la Seremi del Medio Ambiente.
La primera tarea que nos propusimos es fortalecer el trabajo del Sistema de Certificación Ambiental Municipal (SCAM), el cual es un modelo de gobernanza progresiva que busca afianzar las competencias de los municipios, permitiendo que puedan sostener sus acciones ambientales en el tiempo, al robustecer la gestión interna y los compromisos comunitarios en un sistema gradual de niveles en constante revalidación. Algunas acciones que considera este sistema SCAM, son la conformación de los Comité Ambientales Municipales, que tienen un carácter ciudadano y buscan recoger la voz de la ciudadanía para la toma de decisiones ambientales; El diagnóstico y líneas estratégicas de trabajo; y por supuesto, la realización de acciones concretas para lograr dichas líneas estratégicas.
De los 10 municipios de nuestra región, 8 han ingresado a nuestro sistema voluntario, siendo Tortel el que presenta el mayor estado de avance. Felizmente, estamos avanzando en el reingreso de la municipalidad de Coyhaique, quiénes desde su Concejo y unidad de gestión ambiental, han mostrado una voluntad de trabajo y fortalecimiento de esta área en su gestión local, específicamente en la actualización de la ordenanza ambiental municipal que ya supera los 20 años de antigüedad.
Como acción clave hemos puesto a disposición nuestras capacidades regionales para avanzar y apoyar las gestiones de cada gobierno local. De esta forma estamos apoyando en la elaboración de la ordenanza ambiental de la comuna de Coyhaique, tomando un rol técnico y propositivo a través de la retroalimentación del instrumento propuesto, sumándose profesionales de la Seremi como también de nuestro Ministerio; el continuo trabajo con los encargados ambientales de cada comuna, apoyando tanto en la orientación técnica que soliciten para los reportes mensuales que deben realizar, orientación las postulaciones a proyectos y fondos sectoriales disponibles, e inducción para quienes asumen el rol de encargado ambiental; Finalmente, el acompañamiento en gestiones que necesiten celeridad y bajada de información para conocer el estado de la situación de las diversas solicitudes realizadas durante el último tiempo.
Un tercer eje de trabajo se sitúa en la mirada estratégica del trabajo ministerial y cómo este se pone a disposición del territorio y sus necesidades y no al revés, queremos que la labor ministerial se adapte a las necesidades de los gobiernos locales, que, en su diversidad de gestiones y necesidades particulares, plantean metas como la elaboración y actualización de los Planes de Descontaminación Atmosférica y también el desafío que tenemos con los Planes de Acciones Comunales de Cambio Climático, que deben tener sello territorial y para eso el municipio debe ser protagonista; La Descentralización también se debe llevar a cabo con acciones de gestión de la política pública.
Una hoja de ruta clara y realista da esperanzas de una gestión acorde a los tiempos que corren, desde el Estado y de la mano de la ciudadanía, debemos ponernos a disposición de los procesos, para así coordinar acciones y propuestas de trabajo y avance, y así podamos llevar adelante nuestro programa de Gobierno, a través de la transversalización del cambio climático, el fortalecimiento de la gestión de calidad del aire, la gobernanza de las temáticas de biodiversidad y una gestión de residuos que dé cuenta de nuestras necesidades actuales, territoriales y concretas; todo esto cruzado por una educación ambiental fortalecida y que releve a nuestra comunidad como protagonista del cambio.