“Gracias don Luis por contarnos desde hace tanto tiempo y con tanta convicción, cómo debíamos hacerlo”. Así resumió el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, el aporte a la conciencia ambiental que hace más de 40 año realizó el poeta Luis Oyarzún con su libro “Defensa de la Tierra”, tras participar en el lanzamiento de la reedición de esta obra realizado en la sala América de la Biblioteca Nacional.
Luis Oyarzún fue decano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile y Director de Extensión Cultural de la Universidad Austral de Chile. Su producción literaria comenzó con la publicación de La infancia en 1940, y terminó en 1967 con Temas de la cultura chilena. “Defensa de la Tierra” fue editado en el año 1973, después de su muerte el año 1972 y con el prólogo original del escritor, poeta y filósofo Jorge Millas.
El su discurso durante la presentación de la nueva edición, el ministro Pablo Badenier sostuvo que el libro “representó una mirada aventajada para su época y visionaria para la nuestra, puesto que abordó, desde una forma particular y profunda de observar, temas que hoy están en el centro de las políticas públicas de medio ambiente”.
“Desde nuestro punto de vista —agregó Badenier— aparecerá empapando las páginas de Oyarzún un amor irreductible por la naturaleza, y por tanto una identificación fundamental con ella y con lo que a ella pueda suceder”.
Junto con ello, el titular del Medio Ambiente destacó una cita del libro de Oyarzún que señala que “… son pocos los defensores de la tierra, como si pudiéramos ser algo sin ella…”. Para el ministro Badenier, a partir de esa frase “se puede afirmar que en muchos casos esta ambición y despreocupación no ha cambiado mucho, pero por otra parte, hoy tenemos una fundada esperanza en que estamos revirtiendo esa tendencia, porque hemos logrado mejorar la calidad del aire en Santiago, proteger nuestros alerces y bosques nativos, y Chile ha fortalecido su institucionalidad ambiental”.
En el prólogo de esta nueva edición, la filósofa Carla Cordua señala que en esta obra Oyarzún defiende los derechos de la tierra y denuncia que no están siendo respetados. Cordua, quien fue alumna de Oyarzún, afirmó que “el amor a la naturaleza del autor, se caracteriza no solo por las exactas descripciones que le dedica a sus bellos parajes, sino porque incluye momentos de identificación con lo natural”.
