Ñuble, Maule y Biobío son las únicas regiones del mundo donde es posible encontrar el árbol del queule, para lo cual las Seremis de cada región trabajaron de manera articulada para la realización de diversas actividades gratuitas y abiertas a la comunidad, para concientizar y sensibilizar a la población acerca de la importancia de conservar esta especie y su ecosistema.
Durante el periodo comprendido entre comienzos de 2023 y julio de 2024, la Fundación El Árbol en conjunto con el Ministerio de Medio Ambiente llevaron a cabo proyecto de “Comunicación y Educación Ambiental para la conservación del queule”, iniciativa que concentró los esfuerzos en fomentar la conciencia ambiental y promover la conservación de esta especie nativa, única en el mundo, declarada Monumento Natural en 1995 y que solo es posible encontrar en zonas costeras de las regiones de Maule, Ñuble y Biobío, pero que en la actualidad se encuentra en la lista de especies En Peligro de Extinción.
Con esta iniciativa se retomó el trabajo realizado anteriormente en el marco de un proyecto Gef (Global Environment Facility, GEF, en inglés) del Ministerio del Medio Ambiente, para contribuir a la protección del medio ambiente mundial y promover el desarrollo ambientalmente sostenible y para lo cual, las seremis del ramo en Maule, Ñuble y Biobío trabajaron de manera articulada para posibilitar un despliegue de actividades gratuitas y abiertas a la comunidad, a fin concientizar a la población acerca de la importancia de conservar esta especie y su ecosistema.
De esta manera, a lo largo del desarrollo del proyecto, solo en la región de Ñuble, se realizaron diversas actividades, entre las que destacan 6 salidas de educación ambiental, 2 jornadas de buenas prácticas para la conservación del queule y 6 talleres de educación ambiental, logrando la participación de un total de 232 personas.
En palabras del seremi del Medio Ambiente de Ñuble, Mario Rivas, “el bosque que constituye el hábitat de queule provee importantes servicios ecosistémicos pero también culturales. En este punto es clave la educación ambiental, con el fin de que la especie pueda ser reconocida por toda la comunidad y visitantes, profundizando en las medidas para su conservación”.
La autoridad de Medio Ambiente señala además que “se han identificado poblaciones de esta especie en las comunas de Cobquecura, Trehuaco y Coelemu. Dentro de este marco, estamos iniciando el Plan RECOGE del Queule (Recuperación, Conservación y Gestión), lo cual permite la coordinación entre servicios públicos, ONGs y la comunidad, con el fin ejecutar las 70 medidas que están incluidas”.
Conocer para valorar
Los talleres de educación ambiental se llevaron a cabo en escuelas, comunidades y entre funcionarios municipales, en comunas como Trehuaco y Coelemu, donde se abordaron temas como la relación entre el bosque nativo y el agua, la importancia de la conservación del queule, su morfología y las amenazas que hoy enfrenta este árbol.
Por otro lado, en la región, las salidas de educación ambiental consistieron en visitas guiadas al sendero del Fundo Quile, perteneciente a la familia Varas en la comuna de Cobquecura. Este sitio fue elegido ya que tiene gran importancia ecosistémica, al poseer un bello parche de bosque nativo, el cual a su vez que es hogar del que sería el ejemplar de queule más antiguo y mejor conservado del país. Según estimaciones, este ejemplar, se estima podría tener más de 500 años de antigüedad y ha sido resguardado por varias generaciones de la familia propietaria del fundo.
Asimismo, en el marco de la ejecución del proyecto por parte de Fundación El Árbol, en la región Ñuble se realizaron jornadas de buenas prácticas con la comunidad educativa del Liceo forestal F. Albert de Chanco, así como con la comunidad rural de Loanco, en Chanco, instancias pensadas principalmente para habitantes de zonas o dueños de predios donde se encuentran poblaciones de queules, con el objetivo de incentivar la participación activa de la población en la protección del queule y su entorno, orientando a la comunidad hacia prácticas sostenibles de uso y cuidado.
Finalizando el proyecto, Nicole Mellado, encargada del área Ecosistemas de Fundación El Árbol y coordinadora de la iniciativa, realiza un positivo balance del trabajo realizado junto a las Seremis de Medio Ambiente de Ñuble, Maule y Biobío, en pos de conservar al queule, señalando “en las tres comunas de ejecución del proyecto, hemos podido desarrollar actividades diversas entre salidas de senderismo educativo, talleres y jornadas de profundización en torno a la conservación del queule que han sido muy valiosas para sus participantes. El proyecto responde a parte de los objetivos que plantea el plan RECOGE Queule, vinculados con dar a conocer la especie y su valor para la conservación del bosque nativo. En ese sentido, las actividades han podido dar respuesta exitosa a esta necesidad”.
Por otro lado, en cuanto a la recepción de las actividades por parte de los participantes, Nicole Mellado destaca: “En cada una de ellas hemos podido evidenciar el valor que la comunidad siente en torno al bosque nativo, y la necesidad que existe de desarrollar mayor educación ambiental. También en estas actividades hemos podido hacer puente entre distintas generaciones, donde las más antiguas cuentan sus memorias junto a la especie y sus usos tradicionales, mientras que las nuevas aportan desde los nuevos conocimientos e interés que se ha desarrollado en relación a la biodiversidad y la ecología. Diversos grupos han mostrado interés en participar de las actividades, por lo que existe una importante oportunidad para dar continuidad a actividades de este tipo”.