La adaptación al cambio climático tiene rostro de mujer en la Región de Coquimbo. AdaptaClim, proyecto co-construido entre Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) y el Comité Regional de Cambio Climático (CORECC), es liderado por científicas y profesionales que se la juegan por identificar los principales riesgos y amenazas a los que están expuestos los distintos sectores y comunidades de la región.
La ciencia es una de las áreas donde las mujeres siguen teniendo menor participación y un difícil acceso a cargos de liderazgo. Según la Radiografía de Género realizada en 2020 por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, sólo un 34% liderando proyectos en investigación y desarrollo (I + D).
Aunque la realidad en la Región de Coquimbo no es diferente al promedio nacional, hay un ámbito donde son ellas las que destacan: las investigaciones en clima, y específicamente en el equipo de AdaptaClim, proyecto co-construido entre el Centro Científico CEAZA y el CORECC que busca identificar los principales impactos de la crisis climática en la zona.
El proyecto es encabezado por la Dra. Laura Ramajo, bióloga, master en Ecología y doctora en Cambio Global, quien se desempeña como Investigadora del grupo Mar del CEAZA y además es autora líder del reciente reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) que aborda los impactos, adaptación y vulnerabilidad a nivel global. Es decir, una científica reconocida en el tema climático tanto en Chile como en el mundo.
Sobre su trabajo en AdaptaClim, la científica comenta que, después de un par de años asesorando al CORECC, “se dio la oportunidad de participar en la redacción del Plan de Acción Climática para la Región de Coquimbo y, dentro de esa labor, surgió esta posibilidad de aportar al diagnóstico regional, trabajando en colaboración con el Ministerio del Medio Ambiente, ONU Medio Ambiente y diferentes actores locales”.
“Es muy motivador que nuestro trabajo no quede sólo en publicaciones o congresos científicos, sino que termine impactando a las políticas públicas y finalmente aportando a un aumento de la resiliencia al cambio climático y la sustentabilidad de la Región de Coquimbo”, sostiene la científica.
Científicas en acción
El equipo de AdaptaClim es mayoritariamente femenino. Entre las científicas, se encuentran la climatóloga Katerina Goubanova; la oceanógrafa María Valladares y la bióloga marina María de los Ángeles Gallardo, quienes están dedicadas a estudiar el impacto en la zona costera; la bióloga Belén Piña, que entrega un importante apoyo en el área de Agua y Suelo, mientras que la investigadora en patrimonio y cultura, Jacinta Arthur, está a cargo de las metodologías participativas.
Asimismo, desde la SEREMI del Medio Ambiente, y como secretaria técnica del CORECC, la geógrafa Pilar Pérez aporta su experiencia en las políticas públicas para dirigir esta labor hacia el futuro Plan de Acción Regional de Cambio Climático (PARCC). Basadas en su especialidad, cada una asume el desafío de contribuir con información clave para un diagnóstico certero del impacto del cambio climático en distintos sectores y comunidades.
“Me motiva mucho el estudio y la prevención de desastres y cómo afecta a las comunidades; y el Cambio Climático se considera un desastre lento. No es como un tsunami, se da a más largo plazo y podemos generar mecanismos para disminuir la vulnerabilidad, transfiriendo conocimientos a los tomadores de decisiones”, señala María Valladares, quien también dirige la ONG Surgencia, una organización ambiental local cuyo objetivo es poner en valor el patrimonio marino-costero de la Región de Coquimbo.
Similar es la visión de la doctora en Ecología y académica de la UCN, María de los Ángeles Gallardo, quien alerta de los cambios en la distribución de especies en el océano: “El cambio climático ya está y estamos viendo cómo las especies están contrayendo o aumentando su rango de distribución. Hacer este tipo de estudios nos permite proyectar ciertos cambios para el ecosistema completo y eso es muy relevante especialmente en un área como es la Región de Coquimbo, que sabemos la importancia que tiene en cuanto a que es una zona biogeográfica de alto nivel ecosistémico a nivel mundial”, enfatiza la científica.
La bióloga Belén Piña coincide en que la región es clave para el estudio del cambio climático, destacando la oportunidad de frenar el avance de la desertificación. Explica que, a medida que se pierde la cobertura de vegetación, “hay más erosión en el suelo y menos infiltración de agua, y es un círculo vicioso que va degradando los ecosistemas”.
Empoderar a las mujeres
Una de las características del trabajo en AdaptaClim es que es co-construido con el CORECC de Coquimbo y otros actores de la región, en una metodología participativa desarrollada por la doctora y académica UCN, Jacinta Arthur. “Se desarrollaron tres instancias de participación: el diagnóstico, la propuesta de cadenas de impacto y la validación final”, detalla, comentando que su experiencia como investigadora le ha permitido conocer los efectos del cambio climático en comunidades como la caleta San Pedro de La Serena. “La amenaza de las
marejadas impacta especialmente a las mujeres recolectoras de machas”, ejemplifica la experta.
Por su parte, Pilar Pérez, secretaria técnica del CORECC y coordinadora para la elaboración del Plan de Acción Regional de Cambio Climático, pone al servicio su experiencia en proyectos internacionales de sustentabilidad y programas regionales de educación ambiental. “El desafío principal tiene que ver con ir insertando en la política pública los problemas reales que se están sufriendo en los territorios”, sostiene, destacando la presencia que debe tener el elemento de género en el diagnóstico y las medidas de adaptación. Enfatiza que “el Ministerio de Medio Ambiente está liderando insertar la perspectiva de género en las políticas climáticas. Se requiere empoderar a las mujeres de estas comunidades, para que también puedan participar de las decisiones y recibir los recursos que les permitan hacer frente a la crisis climática”.
Sobre AdaptaClim/ Indicadores Climáticos para la Adaptación en la Región de Coquimbo
El proyecto AdaptaClim, encabezado por CEAZA, se enmarca en la iniciativa para la Construcción de Capacidades en Transparencia en Chile (CBIT) financiada por GEF (Global Environment Facility), implementada por el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y ejecutada a través de su Oficina para América Latina y el Caribe, a solicitud expresa del Ministerio de Medio Ambiente de Chile (MMA).
AadptaClim identifica cadenas de impacto, en base a las que se podrá desarrollar medidas para reducir la sensibilidad de los sistemas y aumentar la capacidad de adaptación (en algunos casos reducir la exposición). La metodología usada (ARClim, Atlas de Riesgo Climático) se fundamenta en el trabajo realizado a nivel global por el IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change).