El seremi del Medio Ambiente, Felipe Lerzundi, realizó una invitación a entidades públicas y privadas, ONGs y ciudadanía en general, a sumarse este sábado 25 de marzo a la “Hora del Planeta”, que se llevará a cabo entre las 20:30 y las 21:30 horas.
La iniciativa, impulsada a nivel mundial por la organización conservacionista World Wildlife Fund for Nature (WWF) y que cuenta con el apoyo del Ministerio del Medio Ambiente, tiene como propósito generar conciencia sobre los graves efectos que el cambio climático está generando en los ecosistemas alrededor del mundo, siendo Chile especialmente vulnerable a este fenómeno.
Lerzundi precisó que “con esta campaña, que se repite en más de 170 países, queremos llamar a la ciudadanía a apagar las luces de su hogar durante una hora. Con este pequeño acto generaremos un impacto positivo en la lucha frente a la adaptación al cambio climático. Este año “La Hora del Planeta”, apunta a crear conciencia sobre la degradación de los bosques, la afectación y pérdida de la biodiversidad por el cambio climático”.
El seremi informó además, que la agrupación local AntofaCleta, realizará dos cicletadas una que partirá a las 17:00 horas desde el Muelle Histórico de la ciudad y la otra, justo a la Hora del Planeta, que comenzará desde el frontis del municipio antofagastino.
Uno de los mayores riesgos que representa el cambio climático que estamos viviendo, es la pérdida de una parte de la biodiversidad natural, expresada a través de los ecosistemas. Se estima que el cambio climático supondrá la desaparición de numerosas especies de vida libre, por su incapacidad biológica para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas que emergen a una velocidad perceptible; a su vez, la desaparición de especies podría degradar fuertemente los ecosistemas, generando el colapso también de este. Si el ecosistema colapsado es un bosque y las especies afectadas son las estructurales, el daño será mayor e irreversible.
Los bosques no solo nos proporcionan paisajes de gran belleza y constituyen un banco genético a nuestro alcance de donde pueden emerger nuevos principios bioquímicos capaces de controlar plagas o sanar enfermedades; también, son excelentes reguladores del clima circundante incrementando las precipitaciones y regulando el régimen térmico, cosechan y filtran las aguas que circulan a través de ellos, protegen los suelos contra la erosión y controlan la escorrentía de las aguas circulantes.