Resultados preliminares del estudio FNDR “Diagnóstico y Monitoreo Ambiental de la Bahía Mejillones del Sur” que se ejecuta en el vecino puerto, arrojan que su condición ecológica está siendo alterada por usos humanos intensivos, radicando el problema ambiental en los sedimentos marinos, situación que requerirá de un manejo adecuado para mejorar su estado actual.
En general, los resultados indican que los niveles de contaminantes medidos en agua de mar y en sedimentos de las zonas de playa no presentan índices que eventualmente provoquen efectos adversos sobre los recursos naturales.
Lo anterior fue confirmado por la seremi de Medio Ambiente, Visnja Music quien junto con precisar que esta es la primera vez que se realiza un diagnóstico ambiental en la bahía de Mejillones con inversión pública, agregó que “lo más relevante son los aportes de materia orgánica y de sólidos suspendidos totales provenientes de las descargas de emisarios existentes en la bahía que, dadas las condiciones de circulación provoca que se depositen en el fondo marino, especialmente en el sector frente a la ciudad, lo que aumentaría el consumo de oxígeno disuelto hasta agotarlo, generando sedimentos anóxicos cuyo olor y color es característico”.
La autoridad ambiental precisó que la falta de oxígeno limita el normal desarrollo de la vida acuática provocando que las especies, eventualmente, se desplacen hacia capas superficiales. Lo anterior debido a que la cantidad y condición de la materia orgánica depositada en el fondo marino puede influir en la disponibilidad de los metales potencialmente contaminantes.
El estudio, que abarca toda la bahía desde Punta de Angamos hasta Punta Chacaya, lleva un año y medio de ejecución y ha considerado el desarrollo de campañas de monitoreo integrado de medición de la calidad de agua, sedimentos y biota; estimación de cargas de contaminantes; monitoreo continuo de calidad de agua; y estimación de riesgo ecológico y a la salud de las personas. Además todas estas campañas han contado con la activa participación de los pescadores artesanales de la comuna.
Durante este periodo, expertos del Centro de Ecología Aplicada (CEA), quienes fueron los ejecutores del estudio, han medido parámetros de calidad como: oxígeno disuelto, pH, salinidad, temperatura, turbidez, potencial Redox, conductividad y metales pesados como Arsénico (As); Cadmio (Cd), Cobre (Cu), Cromo (Cr), Mercurio (Hg), Plomo (Pb) y Zinc (Zn). Los resultados han sido comparados con las normas de calidad nacionales e internacionales como, por ejemplo, las de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (US EPA, por sus siglas en inglés) y con la norma canadiense para vida acuática (CCME).
La autoridad ambiental agregó que “junto al municipio local, servicios públicos, empresas y los pescadores de Mejillones, trabajaremos en la búsqueda de acciones y medidas que aseguren un éxito en la gestión integrada de la bahía”.
RESULTADOS
Los resultados preliminares del estudio se dieron a conocer a los servicios públicos con competencia en el tema, a la Asociación de Industriales de Mejillones y a los pescadores artesanales de la comuna.
Al respecto, Juan Menares de Agrupación Cifamac destacó “como pescador estábamos esperando un estudio como este. Hoy día nos entregan un primer informe y estoy conforme con lo que nos muestran, aunque habría que hacer más pruebas científicas en otros sectores. Lo importante es qué vamos a hacer a partir de ahora y esto no sólo es tarea del Estado, somos todos nosotros quienes también tenemos que trabajar en la solución. Que la bahía no muera, depende de nosotros”.
En tanto, el pescador José Sánchez, dijo que los resultados del estudio “confirman lo que hemos dicho, la bahía tiene problemas en sus sedimentos, por lo tanto no es sorpresa. Ahora debemos pensar en cómo mejoramos su condición”, concluyó.
Cabe recordar que en enero de este año se instaló una boya oceanográfica en bahía Mejillones, instrumento que permite el registro continuo y en tiempo real de parámetros de importancia biológica, tales como oxígeno disuelto en el agua, temperatura, clorofila, entre otros. También cuenta con una estación meteorológica que registra datos del viento, temperatura del aire y presión atmosférica.