En el marco de la 20ª versión de la Feria Internacional de Aire Acondicionado, Ventilación, Calefacción y Tratamiento del Aire (FEBRAVA), un equipo de trabajo compuesto por la Unidad Ozono del Ministerio del Medio Ambiente, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Centro de Regeneración de Gases Refrigerantes (REGENER-Chile) visitó el Centro de Regeneração Gresocol-Bandeirantes, el cuarto establecimiento de ese tipo en Brasil, y el segundo en el estado de Sao Paulo.
Las centrales de regeneración purifican Hidroclorofluorocarbonos (HCFC) e Hidrofluorocarbonos (HFC), eliminando los contaminantes (sólidos, humedad y ácidos) que puedan poseer, obteniendo un gas apto para ser reutilizado y así evitar que sean liberados a la atmósfera, pues esta acción disminuye el espesor de la capa de ozono y contribuye al calentamiento global.
En nuestro país, se encuentra en implementación REGENER Chile, el primer centro de reciclaje de gases refrigerantes, por lo que la visita a Gresocol-Bandeirantes fue importante para conocer la experiencia de sus siete años de trabajo, y las lecciones aprendidas durante este periodo.
José Luis Rojas, Gerente de REGENER Chile y miembro del equipo técnico presente en FEBRAVA, valoró la visita: “Saber cómo los técnicos brasileños trabajan el gas, lo recuperan y lo comercializan, es muy importante para el futuro trabajo que desarrollaremos en Chile. Es fundamental conocer las tecnologías con que operan acá y cuáles son las cifras que se han alcanzado en términos de toneladas de reciclaje y/o procesos de comercialización”.
Gas 100% puro
Uno de los desafíos más grandes de los Centros de Regeneración, tiene que ver con cómo despejar dudas respecto a la utilización de los gases reciclados, es decir, su calidad. En este sentido, Ismael Quiroga, soporte técnico para América Latina de Trane-Chile, y miembro del equipo de trabajo presente en la FEBRAVA, aclaró: “Trabajar con gases refrigerantes regenerados tiene una alta importancia. Por un lado, lo que se fabrica es considerado dañino para la Capa de Ozono, por lo tanto, todo el gas que se pueda recuperar o reciclar va a ir en beneficio de no producir más ese tipo de gases. Por otro lado, se trata de un gas que debe cumplir con la Norma AHRI 700, que asegura la calidad del fluido. Esto significa que el proceso de reciclaje lo convierte en 100% puro, de acuerdo a la nomenclatura del refrigerante, por lo que no debería haber problemas al utilizarse”.
Osvaldo Junior, asistente técnico de la gerencia de Gresocol-Bandeirantes, entregó otro argumento en esta línea: “Nunca nos han devuelto algún gas porque no cumple con la calidad requerida o ha presentado algún problema. Más aún, las personas que han adquirido y probado un gas reciclado, lo comienzan a preferir, ya que funciona de la misma forma que el original y es hasta más barato”.
Aprendiendo de la experiencia
El objetivo principal de la visita al Centro de Regeneración en Sao Paulo, tuvo que ver con cómo, desde Chile y en virtud del cumplimiento de los compromisos del Protocolo de Montreal, era posible aprender de la experiencia tanto de técnicos como de gerentes operativos del Centro. Los asistentes discutieron sobre las lecciones aprendidas que han dejado estos años de funcionamiento de Gresocol-Bandeirantes, y cómo es posible mirar en la actualidad el desarrollo e implementación de estas iniciativas.
“Los centros de regeneración siempre han sido un reto, ya que deben montarse y empezar en el momento justo. Hace 10 ó 15 años, cuando comenzó su implementación, no era el momento, debido al valor de los CFC y HCFC, y la inexistencia de una cultura de la recuperación. Hoy en día el panorama es muy distinto, las reducciones han empezado a notarse y los países están más maduros en términos de capacidad técnica y conciencia medio ambiental para enfrentar este tipo de desafíos”, explicó Carlos Andrés Hernández, analista de programas de la Unidad del Protocolo de Montreal/Químicos del PNUD.
En cuanto a las lecciones aprendidas respecto a los Centros de Regeneración, Hernández destaca cuatro: “En primer lugar, deben tener un plan de negocios, tanto en la recepción del gas, como en la comercialización. En segundo lugar, ‘zapatero a tus zapatos’: en algunos países los centros de regeneración se montaron en instituciones cuyo objetivo comercial no eran los gases refrigerantes sino, por ejemplo, la capacitación de técnicos. En tercer lugar, es necesario pensar en la cadena completa: hay gases que se pueden regenerar y otros que no, es decir, son residuos, y por ello se debe tener una asociación o convenio con gestores de residuos peligrosos que puedan darle una disposición adecuada a ese gas refrigerante que no se puede regenerar. Y finalmente, el centro debe tener una estructura que permita y facilite que el gas llegue al centro de regeneración”.
Quiroga agrega que “Chile está en un buen pie para desarrollar un negocio de estas características, pero hay que considerar dos elementos importantes. Tomar consciencia (a nivel del sector) de que el daño existe y que es una realidad; y fomentar un cambio cultural a través del cual los usuarios entiendan que la regeneración de gas refrigerante es una alternativa real y que cuida el medio ambiente”.
