Un crecimiento sostenido es el que han mostrado las energías renovables no convencionales (ERNC) en Chile. Las condiciones naturales del país, sumadas a incentivos regulatorios, propiciaron su explosión, ganándose un espacio significativo en la matriz eléctrica nacional.
En el año 2006, la capacidad instalada de estas tecnologías era de 355 MW, representando menos de 1% de la generación eléctrica total, pero a marzo de este año ya equivalen al 14,7%, según cifras de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera).
Este crecimiento les permite compararse ya con grandes proyectos de generación convencional. Es así que, de acuerdo con los cálculos del gremio, el parque renovable instalado en el país generó durante el primer trimestre del año un 58,1% de la producción que tendría el polémico megaproyecto HidroAysén para la misma época.
La iniciativa -propiedad de Enel y Colbún- consistía en la construcción y operación de cinco centrales hidroeléctricas, dos en el río Baker y tres en el río Pascua, en la XI Región.
El proyecto hidroeléctrico, cuyo permiso ambiental fue revocado, aportaría 2.750 MW al SIC, con una capacidad de generación media anual de 18.430 GWh.
El director ejecutivo de Acera, Carlos Finat, explica que la comparación con HidroAysén la hacen sobre una base anual, «de manera de evitar la estacionalidad que tiene ese proyecto y que también tienen las ERNC. En un año completo, esos efectos desaparecen».
Fuerte crecimiento hacia 2024
La apuesta de los renovables es que la participación de estas tecnologías siga aumentando en la matriz de generación chilena. Es por eso que calculan que en un par de años más el parque de ERNC igualará a la generación media anual que proyectaba el proyecto HidroAysén.
Según los cálculos de Acera -que califican como conservadores-, en 2024 la generación renovable igualaría la producción estimada para el complejo hidroeléctrico contemplado para la Patagonia.
Y en 2025, de acuerdo a la proyección realizada por el gremio, la energía entregada por las ERNC al sistema superaría los 18.430 GWh estimados para HidroAysén.
Finat comenta que si bien es complejo pronosticar cómo se compondrá la generación renovable el 2024, año en que «empatarían» al megaproyecto, el escenario estimado contempla que el mayor aporte lo haría la generación solar.
Detalla que en la proyección, la tecnología fotovoltaica sería la principal dentro de la generación de ERNC con 43%, seguida por la eólica (28%), la bioenergía (13%), la hidroeléctrica de pasada (10%), la termosolar (5%) y la geotérmica (2%).
¿Y las ERNC son competitivas en precios con lo que sería HidroAysén? Finat asegura que sí, en especial la fotovoltaica y la eólica.
Añade que en términos del costo de inversión del complejo hidroeléctrico comparado con toda la capacidad renovable también lo es, si se considera el Costo Nivelado de Energía (LCOE, por sus siglas en inglés), indicador que mide el promedio de generar un MW considerando variables como el Capex o los costos de operación.
«Ver solamente el costo de inversión es una comparación que no contempla el costo de operación y por lo tanto no es correcta. Al ser más bajos los LCOE de las ERNC, eso permite concluir que son la opción más eficiente», enfatiza.