La investigación, desarrollada por científicos del Instituto de Ciencias Atmosféricas y Climáticas de la universidad ETH Zürich (Suiza), sostiene que el 75 por ciento de altas temperaturas extremas registradas en todo el mundo es consecuencia del calentamiento global.
El cambio climático, que los autores del estudio, Erich Fischer y Reto Knutti, consideran que está provocado “muy probablemente” por el hombre, es también responsable de en torno al 18 por ciento de las precipitaciones de lluvia extremas que ocurren en el planeta.
“El cambio climático se refiere no solo a los cambios en el clima medio, sino también en el tiempo extremo. Se ha demostrado que existe contribución humana en la ocurrencia de unas pocas olas de calor prominentes y fuertes precipitaciones”, señalan en el texto.
Los porcentajes citados, afirman los expertos en el documento, aumentan con la subida de las temperaturas.
Niveles preindustriales
La experimentación con modelos climáticos demuestra que si las temperaturas aumentaran dos grados centígrados respecto a los “niveles pre-industriales”, en torno al 40 por ciento de las precipitaciones de lluvia extremas sería consecuencia de la “influencia humana”.
Fischer y Knutti recurrieron al uso de “dos parámetros métricos” para determinar el grado de incidencia humana en las variaciones de precipitaciones y temperaturas provocadas por el cambio climático.Esas ecuaciones se aplicaron a los datos recopilados diariamente de 25 modelos climáticos que consideraron simulaciones históricas del periodo 1901-2005 y de las proyecciones para el 2006-2100 en un escenario de “altas emisiones”.
A partir de esos experimentos, los investigadores sugieren que los eventos climáticos más “inusuales y extremos” estarán “probablemente mucho más sujetos” a la influencia de “las emisiones de gases de efecto invernadero”.
Fischer y Knutti recuerdan que la adopción de una perspectiva global permite llegar a estimaciones más precisas sobre el efecto del calentamiento en los eventos extremos, frente a los estudios que se centran en eventos individuales, en los que los modelos generan una “mayor incertidumbre”.