Isidora Canto, Benjamín Miranda, Álvaro Martínez, Ania Pizarro, Sofía Mutis y Felipe Villagrán son los primeros y orgullosos estudiantes del colegio Cardenal Raúl Silva Henríquez de Puente Alto en convertirse en monitores ambientales. El nombramiento se concretó en el marco de la alianza y la firma de un convenio entre Fundación Belén Educa y TriCiclos, empresa que busca realizar un cambio cultural a través del fomento al reciclaje y el cuidado del medio ambiente.
En la firma del convenio estuvo presente también el Seremi de Medio Ambiente de la Región Metropolitana, Jorge Canals, quien relevó la importancia de esta alianza. “Es sumamente importante que los colegios vayan incorporando dentro de su currículum el tema de la educación ambiental, en este caso a través del reciclaje en el marco de este convenio entre Fundación Belén Educa y Triciclos. Eso nos permite formar conciencia ambiental entre los alumnos de educación básica y media, además de impactar en el sistema en general. Estamos reciclando apenas un 10% de los 7 millones de residuos que produce la región, tenemos una urgencia de aumentar esa tasa y además hoy tenemos un marco legal propicio, que es la nueva ley de Responsabilidad Extendida del Productor”, dijo Canals.
Pero no solo de reciclaje aprenderán los 12 establecimientos de la Fundación Belén Educa; en la ceremonia de firma de convenio comprometieron iniciar el proceso de certificación ambiental de establecimientos educacionales – programa perteneciente al Ministerio del Medio Ambiente- con el fin de convertirse en un referente dentro de la comunidad en materia ambiental y transferir conocimientos a quienes quieran participar en este camino que inicia la Fundación de aprender a cuidar el medio ambiente.
Respecto al papel de los alumnos en esta senda del reciclaje, el seremi los invitó a tomarse en serio este rol. “No es un juego, no es una cosa lúdica, sino que es un proceso de aprendizaje para forjar conciencia ambiental. Ayuden a transferir todo ese aprendizaje en su comunidad, con sus padres, amigos, para que el efecto se multiplique y tengamos una ciudadanía ambientalmente activa, reciclando en sus casas y en sus lugares cercanos”.
Este convenio de colaboración estipula que durante dos años TriCiclos recogerá el material que se recicla en los colegios de la fundación. Además, el “Punto Limpio Móvil” o Bus del Reciclaje visitará 12 establecimientos, enseñando a los niños temas como, las 3R (reciclar, reducir y reutilizar) la huella de carbono o el efecto invernadero.
Rodolfo Poblete, gerente de operaciones de TriCiclos, agradeció a todos los involucrados en este proyecto, especialmente a María de los Ángeles Burr, coordinadora de Tecnología de Belén Educa y encargada del proyecto. Por su parte María de los Ángeles señaló “Creemos en un mundo sin basura, creemos que la basura es un error de diseño y que lo podemos corregir. También confiamos en que aquellos que están observando este convenio sean quienes tengan la capacidad de cambiar el mundo”.
Claudia Messina, directora del colegio Silva Henríquez, invitó a los otros establecimientos a unirse al proyecto. “El poder aportar a mejorar el país, el medio ambiente, colaborar con la problemática de la basura es una muy buena noticia para nuestra comunidad escolar. Hay que crear conciencia, hay que cambiar la mirada que hay en nosotros los adultos y darle toda la fuerza a estos niños, que son las nuevas generaciones y vienen a transformar el mundo”.
FUNDACIÓN BELÉN EDUCA
La Fundación Belén Educa nació en el año 2000 para entregar educación de calidad, católica, en sectores vulnerables. Fue fundada por el empresario Jorge Cisternas Larenas, el Vicario para la Educación de la época, Padre Juan de Castro Reyes y el teólogo Juan Enrique Guarachi García-Huidobro, quienes respondieron al llamado del IX Sínodo de Iglesia de Santiago, que instaba a crear colegios católicos en sectores de pobreza.
Desde su inicio, la Fundación ha desarrollado un proyecto educativo de excelencia que considera la formación integral de sus alumnos. Además tiene la convicción profunda de que todos los niños pueden aprender y tienen derecho a una educación de calidad que transforme sus vidas.