Claudia Alfaro es abogada especializada en Derecho Ambiental. Lleva dos años en el MMA y es la contraparte jurídica de la Oficina de Implementación Legislativa y Economía Circular. Entre muchas otras cosas, también es especialista en la Ley REP (Responsabilidad Extendida del Productor), amante de la naturaleza, el treking y la fotografía. Claudia en esta entrevista nos cuenta sobre su vida, sus pasiones, su llegada al ministerio y su lado verde.
¿Qué carrera universitaria estudiaste y cómo se vincula con el medio ambiente?
Derecho. El último año de la carrera tomé el curso “Derecho Ambiental” y decidí que era a lo que quería dedicarme profesionalmente, así que una vez egresada seguí tomando cursos y diplomados para especializarme en esta área, desde la cual se puede aportar mucho.
¿Cuál es tu lado verde? (que haces en el día a día para aportar al cuidado del medio ambiente)
Hace siete años que soy vegetariana. La industria de la carne es responsable de muchos impactos ambientales, como la emisión de gases de efecto invernadero (que contribuyen al cambio climático, dentro de los cuales se encuentra el metano, cuyo poder de calentamiento es incluso superior que el CO2), o el consumo desmedido de agua.
¿Tienes algún hobby?
Tengo varios. Me encanta pintar con óleo, la fotografía y hacer treking. Siempre que salgo de vacaciones intento escoger un destino con mucha naturaleza, para hacer la mayor cantidad de senderos posible (¡así aprovecho de sacar fotos también!).
¿Qué documental y/o libro recomiendas y por qué?
Hace poco terminé de leer “Un mundo azul”, de la bióloga marina Sylvia Earle, que relata cómo el destino de nuestros océanos está ligado a nuestro destino como humanidad. Lo recomiendo mucho, porque si bien plantea lo preocupante de la situación (contaminación y sobreexplotación de nuestros océanos), también plantea posibles soluciones y acciones que podemos implementar para revertirla.
Del sector donde está nuestro ministerio, ¿qué lugar recomiendas para almorzar?
Hay muchos lugares buenos cerca del MMA, pero dentro de mis favoritos está el “Kanda Thai”, que queda en Huérfanos. Muy recomendado, con opciones vegetarianas y veganas muy buenas. Y para cuando uno anda más apurado, recomiendo mucho el “DOPBAP”, de comida coreana, que está literalmente al lado del Ministerio y que recibe pedidos por WhatsApp para luego ir a retirar solamente.
¿Qué significa para ti haber llegado al MMA?
Un desafío y aprendizaje constantes. Si bien trabajé muchos años dedicándome al Derecho Ambiental en el mundo privado, donde aprendí mucho, para mí no hay nada más apasionante y gratificante que poder contribuir desde la política pública a construir un mundo más sustentable y justo.
Ley REP
¿Ahora entrando a temas de la Ley REP, Cómo definirías en palabras simples la Ley REP?
Es una ley que, entre otras cosas, establece un nuevo régimen para gestionar los residuos, que se denomina “Responsabilidad Extendida del Productor” (por eso comúnmente se le conoce como “Ley REP”).
Esto se reflejan en que cuando una empresa introduce un producto al mercado nacional (por ejemplo, una botella plástica con agua), lo vende y se olvida del mismo. La REP viene a cambiar eso, porque busca –como su nombre lo indica– extender la responsabilidad de los productores, de forma tal que éstos se hagan cargo de los residuos en que se convierten sus productos, más allá de su vida útil. Los productores ya no pueden olvidarse, y van a ser responsables de organizar y financiar la gestión de los residuos de los productos que introduzcan en el mercado nacional.
Para implementar la REP, el Ministerio del Medio Ambiente debe dictar regulaciones (decretos supremos) que van a establecer metas de recolección y valorización para una serie de productos que la ley denomina “productos prioritarios”. A la fecha, el Ministerio ha dictado dos decretos de metas.
¿Qué productos son considerados en esta Ley?
La Ley REP se enfoca en determinados productos, que como mencioné anteriormente, se denominan “productos prioritarios” y que fueron incorporados considerando criterios tales como su consumo masivo, volumen significativo, peligrosidad, factibilidad de valorización y la experiencia en la regulación comparada. Los productos contemplados en la Ley REP son: aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, baterías, envases y embalajes, neumáticos y pilas. Sin perjuicio de lo anterior, la Ley REP faculta al Ministerio del Medio Ambiente a dictar en un futuro decretos de metas de otros productos.
Según tu punto de vista, ¿Cuál es el mayor desafío de la Ley REP en Chile?
Esta ley tendrá un impacto muy grande, y por tanto, tiene múltiples desafíos. En primer lugar, requiere que los regulados tengan conocimiento de la misma y puedan identificar cuáles de sus productos están afectos a la Ley, lo que puede ser complejo dependiendo de la empresa. Además, al ser una ley nueva, supone un cambio cultural sumamente importante, y por tanto, requiere poner esfuerzos destinados a transmitir conocimientos y crear conciencia en la comunidad sobre la prevención en la generación de residuos y su valorización. Finalmente, requerirá el desarrollo de capacidad instalada de reciclaje en nuestro país para que los regulados puedan dar cumplimiento a las metas.
¿En el día a día, como nos afecta la Ley REP como consumidores?
Cuando la REP esté en pleno funcionamiento, en particular, cuando entren en vigencia las metas del decreto de envases y embalajes, como consumidores tendremos la obligación de entregar los residuos de forma diferenciada, en distintas bolsas, contenedores o recipientes, desde nuestros hogares, a los Grandes Sistemas Colectivos Domiciliarios o GRANSIC. Esto supe un cambio cultural muy importante.
¿Cómo ves la implementación de la Ley REP en nuestro país, en qué etapa vamos?
El Ministerio del Medio Ambiente ha hecho un gran trabajo desde la publicación de la ley el año 2016, y a la fecha ya contamos con dos decretos de metas (neumáticos y envases). Las metas de estos decretos entran en vigencia en enero y septiembre del próximo año, respectivamente, por lo que estamos ad portas de que comience la implementación de la REP para estos primeros productos prioritarios.
Considerando lo anterior, el MMA se encuentra revisando los planes de gestión que han sido presentados por los productores afectos a la normativa, y que a grandes rasgos resumen la estrategia que van a implementar para dar cumplimiento a las metas de recolección y valorización, y a otras obligaciones asociadas establecidas en los respectivos decretos.
Además, se está trabajando en la elaboración de otros dos decretos de metas. Primero, de aceites lubricantes, que está bien avanzando, debiendo dictarse una propuesta de decreto a comienzos del próximo año. Segundo, de aparatos eléctricos electrónicos y pilas, que el Ministerio decidió regular en un solo decreto por tratarse de productos relacionados, el que ya fue sometido a consulta pública, debiendo dictarse una propuesta de decreto también el próximo año.
¿Qué multas contempla no respetar esta Ley?
La Ley REP contempla distintas infracciones (leves, graves y gravísimas), las que pueden traer aparejadas distintas sanciones. Las sanciones a infracciones leves (por ejemplo, no proporcionar al Ministerio información adicional requerida) pueden ir desde una amonestación por escrito hasta multas de hasta 1.000 UTA. Por su parte, las sanciones a infracciones graves (por ejemplo, no cumplir con las metas) pueden llegar a multas de hasta 5.000 UTA. Finalmente, las sanciones a infracciones gravísimas (por ejemplo, no entregar el informe final de cumplimiento de las metas dentro de plazo), pueden traducirse en multas de hasta 10.000 UTA.
¿Según los modelos en otros países, es un buen inicio esta Ley para caminar hacia un futuro más sustentable en Chile?
De todas maneras. La REP no es algo nuevo, y en Europa, por ejemplo, lleva décadas implementándose, donde ha demostrado ser un instrumento económico muy eficiente para la gestión de los residuos. Sumado a lo anterior, la ley contempla otros instrumentos –distintos de los decretos de metas– que tienen por objeto prevenir la generación de residuos y/o promover su valorización, como el ecodiseño o el establecimiento de sistemas de depósito y reembolso, los que también contribuyen a un futuro más sustentable.