En las altiplánicas lagunas de Cotacotani, ubicadas a más de 4 mil metros de altitud, a 200 km al este de Arica, la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas informó que tiene embalsados poco más de 5,5 millones de m3 de agua, cifra que representa casi un cuarto de la capacidad total de ese reservorio.
Esta zona, pese a las lluvias que cayeron durante el llamado «invierno altiplánico», sufre escasez de precipitaciones y falta de agua. Sin embargo, las tres especies de flamencos que viven en el país (James Andino y Chileno) durante el último verano escogieron esa apartada zona del Altiplano como tino de sus lugares preferidos para el descanso alimentación y melificación.
«No es necesario que tengan un exceso de agua, porque eso les perjudica. No es bueno para sus nidos» explican en la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
Este organismo, a través de sus guardaparques, realizó un catastro de la especie durante la última temporada estival en sectores extremos, como el Salar de Surire, que concentra el 95% de la población; el lago Chungará, el principal atractivo turístico de la Región de Arica y Parinacota; el bofedal de Chucuyo ubicado junto a la carretera internacional Arica-Bolivia, y las lagunas Paquiza y Cotacotani, y los resultados fueron muy positivos: en total, se contabilizaron 32.919 ejemplares, 12.579 más que los catastrados en la temporada estival de 2015.
La mayor concentración se registró en Surire, con 31.412 ejemplares seguida por el lago Chungará, con 663, y el bofedal Chucuyo, con 655 mientras que la laguna Paquiza registró 109 y la Cotacotani 80.
Todo ello, en la zona del Lauca parque nacional ubicado al norte del territorio nacional, y en el monumento natural Salar de Surire, localizado cerca del límite con la vecina Región de Tarapacá.
El flamenco James lideró las estadísticas, con 15.039 individuos registrados, seguido por el Andino con 9.905, y el Chileno, con 7.975.
En cambio, en la temporada 2015 los flamencos Andinos catastrados fueron 10.098, casi la mitad de los 20.340 detectados de las tres especies durante el verano pasado. Más atrás se ubicaron el Chileno, con 6.851, y el James, con 3.347. También hubo 44 ejemplares indeterminados.
Actualmente, la Conaf está en proceso de actualizar sus planes de conservación de los flamencos, así como el de otras especies, como vicuñas y gatos andinos.
«Estamos evaluando lo que hemos realizado. Hoy contamos con más información y herramientas para trabajar en la conservación y, a la’vez, tenemos nuevas amenazas sobre estas especies que debemos abordar», indica Moisés Grimberg jefe de la sección de Flora y Fauna de la Gerencia de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf.
El tema fue abordado en un encuentro de profesionales del organismo de cuatro regiones del país, y hubo consenso en las principales amenazas: falta de agua atribuida a menores precipitaciones, contaminación, e irrupción de industrias como la minera, entre otras.
También se acordó que el trabajo de este año estará enfocado en evaluar el estado de las especies y las zonas donde se concentran, entre otras cosas, para nidificar, además de nuevos censos, estudiar desplazamientos, patrullajes en el Altiplano y fiscalizaciones de actividades que afecten a las poblaciones de flamencos.
Cuatro países de la región (Chile Argentina Bolivia y Perú) tienen acuerdos vigentes para conservar las poblaciones de flamencos.
Cinco son las áreas en donde se .concentran los flamencos en Arica y Parinacota.
Publicado en El Mercurio