“Si se confirma, este sería un nuevo extremo de alta temperatura para la Antártica”, dijo la Organización Meteorológica Mundial (OMM), luego de recibir un inquietante informe sobre temperaturas récord registradas la semana pasada en dos bases científicas que Argentina tiene en la Antártica.
Según el Servicio Meteorológico Nacional del país trasandino, el 24 de marzo, en la base Esperanza se registró una temperatura de 17,5°C y, un día antes, 17,4°C, en la base Marambio, ambas ubicadas en la península antártica.
La OMM será la encargada de validar estos resultados, en conjunto con la U. de Arizona (EE.UU.), plantel que tiene a su cargo los archivos históricos de las temperaturas de todo el mundo. Hasta ahora oficialmente el registró más alto corresponde a los 15°C detectados en la estación Vanda de Nueva Zelanda, el 1 de mayo de 1974.
El fenómeno llamó la atención de los expertos por la magnitud del alza. Por ejemplo, en Esperanza, un día antes la mínima fue de 8,0°C bajo cero y la máxima de 4,7°C. Nada hacía presagiar que al día siguiente la máxima se dispararía a 17,5°C.
Ricardo Jaña, glaciólogo e investigador del Departamento Científico del Instituto Antártico Chileno (Inach), analizó los datos y los contrastó con las modelaciones que entrega a diario el Instituto de Cambio Climático de la U de Maine, EE.UU., donde se observa una especie de masa de aire cálido que ingresó a la Antártica esos días.
Lo anterior, según Jaña, descartaría alguna falla en la manipulación de los datos o en los instrumentos. “La información (de los argentinos) coincidiría con los de la universidad y se extendería por una zona mucho más amplia”, dice.
Consecuencias
Sobre las consecuencias de esta alza, Jaña explica que afectan a los hielos que están tanto sobre la superficies terrestres (glaciares) y marinas (plataformas). “Son temperaturas amenazantes en la medida que sean muy frecuentes y que tengan una extensión regional como parece ser el caso”, dice.
El experto señala que lo que viene ahora es chequear con datos satélitales los impactos del fenómeno. “Porque con 15°C definitivamente tienes fundimiento o derretimiento de las capas superficiales de nieve y hielo y esto aumentaría la cantidad de agua sobre éstos dos elementos. Eso se puede ver con imágenes satelitales”, detalla.
El problema es que el derretimiento trae como consecuencia el fracturamiento de los hielos como ha ocurrido en el pasado. Conocido es el caso del Larsen B, donde se registró un alza de temperatura en 2003 y acumulación de agua sobre esta plataforma, que luego colapsó muy rápido.
El geólogo Francisco Fernandoy de la Universidad Andrés Bello, quien trabaja en la reconstrucción climática de la Antártica de los últimos 200 años, señala que en la península es donde generalmente se dan las temperaturas más altas, pero que los datos captados en las estaciones argentinas están fuera de toda norma. “La península funciona como una trampa de la humedad y calor que proviene desde el océano. Por su posición geográfica, la península corta esta circulación atmosférica. Pero esta temperatura es extraordinaria”, dice.
Gastón Torres, de la Dirección Meteorológica de Chile, explica que la temperatura más alta registrada un mes de marzo en la base chilena Eduardo Frei fue de 8.4°C en 2012 y que el récord histórico fue en enero de 1982 con 13°C. El 23 de marzo, en tanto, la temperatura máxima fue 2.9°C, y el 24 de 3.6°C.
Según Meteorología, en la base Frei la anomalía de temperaturafue de 6°C. Mientra que en el sector de la base Marambio llegaron a 18°C. ¿Por qué la diferencia? Según explica, las bases se localizan en puntos distintos de la península y los separa una cordillera. Durante esos días un viento frío predominó en el sector chileno, el que se calienta cuando cruza la cordillera donde está la base argentina.